Dónde Bang Chan es abandonado por la mujer con la cual pensaba formar su vida entera en ella, dejándolo a cargo de una bebé recién nacida ; o en dónde Felix, su vecino del departamento 511, lo ayuda a cuidar a su pequeña bebé después de que la prime...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bang Chan había salido del departamento tan pronto como había recibido la llamada de una de las empresas a las que había dejado su solicitud, diciendo que podría ir a las instalaciones enel transcurso de la mañana para una entrevista. Una parte suya decía que no se ilusionara, en varias ocasiones había ido a entrevistas de las cuales no habían terminado como le hubiera gustado, pero eso no lo hacía perder la motivación.
Había alistado a su bebé, claramente lo tendría que acompañar al no tener ninguna persona que pudiera cuidarla. Esperaba que no hubiera ningún inconveniente en llevarla, tampoco que le ocurriera ningún incidente como el que comenzara a llorar a tal grado que pusiera pelos de punta a todos o algún incidente con su pañal, solo quería que todo marchara bien.
Salió del departamento con prisa hacía el estacionamiento subterráneo, acomodando a Ryujin en su asiento especial en la parte de atrás antes de subir a la parte del piloto, asegurándose que todo estuviera bien antes de prender el automóvil.
Pero el auto jamás prendió.
—Vamos, no me hagas esto ahora.—Frunció el ceño con disgusto, girando la llave una y otra vez con la esperanza que prendiera, pero la batería había muerto.—No me puede pasar esto a mí, no ahora.
Pegó la frente contra el volante, cerrando los ojos mientras trataba de tranquilizarse y pensar si aún tenía algo de cambio suficiente en su cartera para agarrar un autobús, pero no creía poder maniobrar en el transporte público con su bebé y la pañalera, si con su auto propio era un horror no podía imaginarse de otra manera.
Se enfocó tanto en lo que podría hacer cuando alguien tocó la ventanilla de su puerta, asustándolo por un momento hasta que se giró, encontrándose a Felix pidiendo que bajara el vidrio.
—Buenos días, ¿Te ocurre algo?—Cuestionó, mirándolo con un deje de preocupación.
—Buenos días, tengo que ir a una entrevista en estos momentos, pero mi automóvil decidió no prender justo ahora.—Resumió con una sonrisa cansada, casi riéndose de sí mismo.
Felix lo escuchó atentamente, asintiendo.—¿En dónde es tu entrevista?
—Es a unos quince minutos de aquí, al centro de la ciudad. No sé si alcance a ir, ¿Dónde queda la parada del autobús aquí? Jamás he visto una, tengo antes del mediodía para ir.—Miró su reloj, viendo que marcaba las nueve y media en punto.
—La parada del autobús está a unos cinco minutos de aquí caminando, el transporte no frecuenta mucho por estos rumbos así que si tienes suerte en unos veinte a treinta minutos más podría pasar algún autobús que te acerque más a otra parada y te puedas dirigir al centro.
Chan parecía confundido con sus instrucciones, ¿Por qué parecía tan complicado? Si tenía que esperar más tiempo y hacer trasbordo sentía que jamás llegaría.—¿En serio no pasa ningún autobús que vaya directo para allá?