Naofumi x Motoyasu

Tomando medidas desesperadas

Una vez que ambos resolvieron su problema, fueron hacia la mina, donde desde lejos escucharon varios gritos y forcejeos.

-¿Qué está pasando aqui?- Preguntaron ambos al entrar, pues aparte de los gritos se veía a la perra ser sujetada por tres guardias y varios aldeanos en el suelo con signos de hacer sido golpeados.

-¡Naofumi-sama!- Todos los aldeanos al escuchar el nombre de su amo suspiraron de alivio.

Al ver que la perra se iba a soltar automáticamente Naofumi invoco varios escudos y cadenas atrapando a la perra en una jaula y siendo retenida por cadenas.

-¿Qué crees que haces?- Naofumi pregunto con notable enojo en su voz- ¿Porque estas atacando a mis aldeanos?¿Te das cuenta de que esto puede ser perjudicial para ti no?

-Tsk, primero castiga a tus aldeanos antes de cuestionarme- dijo la perra con odio.

-¿Que pasó?- Pregunto dirigiéndose hacia los aldeanos.

-Cuando te fuiste estuvo tranquila, pero al poco tiempo se puso agresiva, hirió a algunos aldeanos, así que llamamos a los guardias y a algunos medicos, pero los guardias no pudieron hacer nada- comenzó a relatar un aldeano- así que tuvimos que mandar a alguien a que te busque, lamentamos molestarte.

-No pasa nada, me encargo yo a partir de ahora, supondré que los aldeanos están en la enfermería- después de recibir la afirmación de los aldeanos que lo fueron a buscar, Naofumi se llevó la princesa a rastras, mientras que Motoyasu le seguía de lejos.

-A ver, estoy haciendo las cosas por las buenas- Naofumi le hablo cuando llegaron a la puerta de su casa- pero no cooperas, así que te llevaré con la reina y ella decidirá que hacer.

Una vez que acabo de hablar, abrió su portal hacia el castillo.

En la majestuosa habitación se podía ver el trono, donde estaba la reina y unos cuantos guardias.

-¿Iwatani-sama, a que se debe tu visita?- la reina pregunto con el abanico abierto tapando su boca- Y por lo que veo la trae a ella- dijo refiriéndose a la perra.

-Resulta que hoy vino a "ayudarme" en el pueblo- a Naofumi no le quedaba paciencia y quería que la perra recibiese el peor castigo que se pudiera.- Pero más que ayudar me causo muchos problemas, aparte de que algunos aldeanos resultaron heridos y algunas partes de mi aldea.

-Lamento los problemas que te causo, me aseguraré que tenga un buen castigo- la reina estaba decidida, le había dejado pasar muchas cosas, pero ya había tenido suficiente- ¡Tu, serás exiliada del reino, avisare al resto de los reinos sobre mi decisión, ya verás tú como sobrevivir!

-¿Que? No, eso no, ¿como quieres que viva?- La perra estaba desesperada, no sabía como apañárselas en esa situación, pues nunca hizo nada ella sola- Haré cualquier cosa, aparte soy tu hija, no me puedes hacer esto.

-A la próxima piensa bien antes de mentirle a tu madre, causar problemas a los héroes y a los civiles- la reina estaba muy enojada y se notaba- mi decisión está decidida, mañana a primera hora te irás, tienes tiempo para ordenar y agarrar lo que quieras.

Una vez que acabo de hablar los guardias se llevaron a la perra, y la reina otra vez se disculpó con el héroe, que estaba satisfecho con el castigo de la perea.

-¡¡Chicos!! Hoy celebramos, cocinaré un banquete.- Se escuchó el grito de Naofumi por toda la aldea.

-!Yei! ¡Banquete, banquete, banquete!- Con esos gritos respondieron los aldeanos.

-¿Naofumi-sama, porque quiere celebrar?No recuerdo que haya pasado nada importante-Raphtalia pregunto.

-¡Pues después de mucho tiempo me deshice de la perra por fin!- dijo Naofumi con alegria- ¡Hay que celebrar!