Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️

CAPITULO 51: Orgasmos.

CAPITULO 51: Orgasmos.

ALEXANDER HARRISON.

Escucharla gemir mi nombre me ha puesto más duro, si eso es posible.
Dejo en paz sus deliciosos pechos, los cuales muy seguramente mañana tendrán varios chupetones.

Mis manos tocan lentamente su cintura hasta llegar al inicio de la única prenda interior que lleva puesta. Paso saliva y la voy bajando, ella levanta sus piernas ayudándome en la tarea de desnudarla.

Cierro mi puño cuando tengo la pequeña tela en mi mano. Acerco mi rostro a su parte íntima sintiendo su olor, me alejo solo un poco de ella para poder sacarme mi bóxer. Cuando ya estoy completamente desnudo uso la tela de su ropa interior para empezar a masturbarme mientras mi rostro vuelve a acercarse a su vagina.

Me sobreexcita sentir la tela mojada de su ropa interior en mi pene y saber que estoy por probar sus jugos.

— Alexander...— suplica.

— ¿Que pasó, mi amor?—le pregunto fingiendo inocencia, cosa que la enciende. Considerando que estoy tocando con mi lengua su clítoris lentamente.

— Cómeme.— ordena moviéndose para acomodarse mejor.

Sin dejar de masturbarme empiezo a probar de su interior. Con mi lengua hago pequeños círculos en su botón de placer.

— Oh mierda... Más, más.— gime moviéndose debido al placer.

Sigo probando de ella lentamente. Me lengua va de Norte a Sur, me la como literalmente. Siento sus manos en mi cabello y con ellas empuja mi cabeza más para su intimidad. Yo aceleró mi tarea, sus piernas no pierden el tiempo para ponerse encima de mis hombros atrapandome.

Dejo de masturbarme cuando siento que puedo ya correrme. Así que solo me concentro en ella, mis manos suben hasta sus pechos y los toco para multiplicar el placer.

— Más rápido...  Ya me vengo.— gime fuertemente así que busco su ropa interior y se lo pongo en la boca.

Ya no puedo más, necesito estar dentro de ella. Así que la sigo masturbando con mi boca hasta que siento como se corre soltando gemidos los cuales son acallados por la prenda que tiene en la boca.

Me pongo más duro cuando me la imagino toda sudada, roja y con su prenda interior en la boca. Saco lentamente sus piernas temblorosas de mis hombros. Saco su ropa interior de la boca.

— ¿Te gustó?— susurro dejando pequeños besos por todo su rostro.

— Mucho... Me siento muy cansada.

— Que pena, no sé de dónde sacarás más energía, porque la noche aún no acaba, mi reina. — nos besamos y gimo cuando ella levanta su cuerpo y así choca contra mi erección.

La cual está sufriendo y rogando por ya estar en su interior.

Abro sus piernas, con mi mano derecho agarro mi erección y la guío despacio a su entrada. Primero acaricio su punto débil.

— Hazlo.

Entro en ella en una embestida certera la cual nos hace gemir a los dos.

Joder.

Me acomodo mejor dentro de ella, empiezo a moverme despacio para después ir aumentando el ritmo cuando ella me lo pide. Siento sus uñas clavarse en mi espalda y eso solo me motiva a darle más duro y rápido.

Me arrodillo en la cama y levanto sus piernas para que cuando la embista sienta mayor contacto y más placer. El cabecero de la cama rechina contra la pared debido a las embestidas fuertes que doy.