La brisa que movía suavemente las plantas alrededor de aquel río se había transformado en una fuerte ventisca que llevaba consigo varias nubes grisáceas, muchas de las personas que habían creído que era el día perfecto para un día de campo habían acabado por empacar sus cosas y retirarse al pensar que llegaría una tormenta en unas horas, pero no terminó siendo así.
No muy lejos, por la orilla, una niña pequeña se encontraba jugando en el agua, saltando y riendo sin parar. Para ella en ese momento habría sido una buena idea entrar en el agua si hubiera sabido nadar, era una lástima que no fuera como lo deseaba, por lo que sólo se limitó a quedarse en la parte más cercana a la superficie y a la vista de sus padres, los cuales no le habían puesto tanta atención a su hija mientras comían y hablaban.
Más, la pequeña de cabellos castaños no había advertido al viento cada vez más fuerte, llegando casi a empujarla al agua, por suerte, ella logró mantener el equilibrio, pero su agarre no fue tan resistente como sus piernas y terminó soltando uno de sus zapatos que había tomado para llevárselos.
"Oh, no! Esto no es bueno!", pensó. Ella adoraba los zapatos de color rosa que le habían regalado sus padres, adoraba poder usarlos para correr por la vasta orilla del río cercano a su hogar, y además sabía que podía llevarse un regaño por parte de sus progenitores al ver lo descuidada que fue. Y sin pensarlo dos veces, lentamente fue entrando al agua, la cual, cada vez era más profunda y caudalosa.
La niña pudo sentir la corriente mover las faldas de su vestido mientras intentaba empujarla, pero ella se mantuvo resistente al agua y siguió tratando de caminar, lo que de un momento a otro se había vuelto algo difícil, y para cuando había acordado, se había alejado demasiado de la orilla, no había rastro de sus padres y mucho menos de su preciado zapato, pero aún no podía darse por vencida y continuó su trayecto, sin pensar en que lógicamente, no podría volver a salir de ahí... a menos que ocurriera un milagro.
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-Ash, diablos... ésta vez sí cruzaron el límite...- murmuró con cierto tono de furia en su voz.
Para él, hasta hace 4 siglos, no tenía casi ningún tipo de problema con los humanos, solamente iban a él para ofrecerle altares, conseguir agua, ir a pescar o lavar las ropas que usaban, pero jamás se habrían atrevido a llegar a faltarle el respeto a él, sabiendo que el espíritu guardián seguía custodiando el río, de una forma tan vil como el empezar a tirar desechos al agua, los cuales, acababan siendo arrastrados por la corriente y se desperdigaban por todo el cuerpo acuático, contaminando cada gota de agua y matando a la flora y fauna que en él habitaba.
Al pasar el tiempo, los humanos empezaban a ver de otra forma su entorno, no se daban cuenta de que hasta la más pequeña piedra tenía vida en su interior, y tan solo veían como una fuente de recursos a la naturaleza mientras la explotaban a su paso, como un incesante fuego que consumía lo que tocaba sin dejar más que destrucción y cenizas..."Se comportan como idiotas... no se dan cuenta de que están destruyendo su propio mundo, en algún momento se van a quedar sin la más mínima gota de agua para ellos, y entonces ¿qué harán? ¿Venir a los dioses para rogar misericordia?!. Ja! Como si realmente hubiera alguien tan compasivo como para olvidar lo malagradecidos que han sido los humanos y darles su ayuda... ellos no nos merecen..." decía para sus adentros mientras observaba una oxidada lata de soda ser aplastada en sus manos.
Para él, los humanos no eran tan diferentes de otras criaturas, pero por lo menos, los demás animales se preocupaban más por el lugar donde vivían... él sabía que algo había empezado a cambiar la forma de ser de aquellos que podrían ser llamados "monstruos" por el medio ambiente, habían irrumpido en todos los lugares que existían, y en en el Reino de los Espíritus, todos los que tenían una representación en el plano terrenal se quejaban de cuánto daño habían recibido, los dioses de las montañas iban y venían adoloridos por que sus contrapartes del mundo de los vivos habían sido explotadas, arrasadas y destrozadas con tal de construir carreteras y poblados, lo cuál hacía preguntar a los espíritus si la especie humana era inteligente considerando que en cualquier momento podían ocurrir deslaves, terremotos, agotamiento de recursos o que una de esas montañas resultara ser un volcán que podría despertar en cualquier momento.
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El río
FanfictionLo que para ella iba a ser un día de descanso y juego en la orilla de su lugar favorito, terminó transformándose en el inicio de una aventura. (One-shot basado en la película "El viaje de Chihiro" de Studio Ghibli) (Ésta historia sólo es creada por...