Teo.
Vi a mi padre muchas veces llegar a casa cansado, al igual que recuerdo eso de mi abuelo. Quise dedicarme a trabajar en la empresa a conciencia que tiempo libre no tendría, pero me doy la libertad de quejarme porque llevo casi toda una noche y una mañana sin dormir.
—Mis ojos ya me arden. — dice Thomas mientras frota sus ojos.
—Nunca creí que diría esto, pero la incompetencia de los demás inversionistas hace que quiera ahorcarlos. — dice Jack.
Que él diga eso es porque en verdad las cosas están un poco estresantes aquí.
—No creo que sea para tanto. — me encojo de hombros.
La oficina de Jack, que es en la que estábamos trabajando, queda en un profundo silencio. Los chicos me miran como si me hubiera salido una tercera cabeza con sus bocas abiertas. Exagerados.
—¿Y ti qué te sucede? — pregunta Charlie.
—¿A mí? Nada.
—Tú serías el primero en estar despotricando a esas personas. — dice Jack.
—No creo que sea para tanto, eso es todo. — me defiendo.
—Thomas, fíjate si tiene fiebre. — Thomas le hace caso a Charlie y se trepa a mí para tocar mi frente. Lo aparto de un manotazo.
—No tengo fiebre.
—Esto es muy raro. — Thomas me mira con duda —. Tienes que decirnos si eres tú o alguna cosa rara controla tu mente. Porque estaremos toda la tarde encerrados aquí.
—No, en la tarde no podré venir. — Jack se ahoga con el agua que estaba bebiendo y los otros dos se acercan a mí de nuevo para comprobar si tengo fiebre.
—Basta. — los aparto.
—Es el fin del mundo. — Charlie finge que se asusta y yo pongo mis ojos en blanco.
—¿Qué es más importante que no nos tienes como esclavos trabajando? — pregunta Thomas —. Porque tú dirías que no nos tomemos descanso y siguiéramos aquí.
—No es tan así. Y si esta tarde no puedo es porque saldré a cenar con Summer.
Quedan todos en una especie de shock y yo me remuevo incomodo.
Es raro incluso para mí. De hecho, el solo pensar que estoy en una especie de relación con ella me pone inquieto. Pero no he llegado y dude que llegue a arrepentirme de haberle dicho a Summer que lo intentemos. No soy ciego, sé que a ambos nos pasa algo y yo no puedo hacer caso omiso a todo lo que siento cuando estoy cerca de ella y cuando no lo estoy.
No voy a mentir que una noche entré en una especie de pánico al pensar lo que quería hacer, de abrirme de nuevo a una persona, a que una persona sepa que tiene el poder de destrozar mi vida. Pero, incluso pensando en todo eso, aun eran más fuertes las ganas de que Summer pueda ver lo bueno en mí, que ella me ayude a volver a amar (cosa que no se le está complicando y ella no lo sabe), eran más fuertes la ganas de poder besarla y tenerla cerca a que alejarla. Además, ¿a quién puedo engañar?, ¿a mí?, si por más que me propusiera alejarme de ella todas las veces que la veía, terminaba, de alguna manera, más cerca de ella. Si hasta nos besamos cuando tenía en mente mantenerla lejos de mí.
Así que, esa mañana puse la alarma, me arreglé, manejé sin pensar demasiado y llegué a la biblioteca con la única intención de hablar con ella. Y no me rendiría hasta poder hacerlo.
Entonces estoy aquí, más concentrado en pensar en un lugar que a ella le guste que a todos estos documentos. Si me paro a medir la dimensión de lo que estoy sintiendo por Summer, es realmente una locura. Esto es para que yo me vuelva loco. Si no es que ya estoy loco por ella.
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Hasta Que Lo Efímero Se Acabe.
Teen FictionSummer es... Summer. Ella no se puede definir en una sola palabra. Ella cree que las personas somos momentos y como todo momento puede estar lleno de felicidad, enojo, tristeza... Llenos de colores Teo, por otro lado, piensa que las personas, o somo...