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Sus ojos..
Sus ojos ámbar me voltearon a mirar, ambos estamos uno al lado del otro continuando con el contacto visual entre nosotros, la tensión acrecentando abrumandonos y haciendo que contengamos nuestras respiraciones.
Nos hacercamos más necesitados por qué la presencia del otro este los más cerca posible sus manos tomando las mías y proporcionándoles un masaje que me derrite a cada segundo he incluso me hace sentir su frío tacto al mismo tiempo que el temblar en su cuerpo y el mío se hacen más notorios, está vez no por el frío si no por la falta de cercanía entre nosostros.
Nuestras caras adornadas con un sonrojo son comparables a los primeros rayos de el sol de esa mañana.
Rompo el contacto visual para dirigir mi mirada a sus labios rosas que parecen tan suaves y podrían hacer que me derrita de tan solo tocarlos, su cuerpo y mi cuerpo uniéndose en un acogedor abrazo es lo que interrumpe mi maravillosa vista para volver a centrarme en sus ojos ámbar que me cautivan en un instante.
La distancia se acorta y ambos queremos que esto pase, finalmente la distancia es cortada los más posible hasta que nuestros labios se rosan los unos con los otros provocando un escalofrío que sube por mi espalda e incluso logro sentir nuestras respiraciones acompañado de demaciados revoloteos que invaden mi estómago y danzan de aquí para allá.
Un beso torpe es comenzado por ambos, comenzando a convertirse en uno rápido salvaje para satisfacer la falta de contacto que nos hemos perdido, para finalmente tranformarse en uno suave que tiene un ritmo satisfactorio para ambos.
Y por obra del cruel destinos nos separamos por lo abrumante que fue el contacto en un punto en el que el aire era necesitado de manera urgente en los pulmones de ambos.
Su respiración acelerada, un notorio sonrojo expandiéndose por toda su cara y sus ojos...
Sus ojos ámbar que solo me miran a mi.
