0.2 Malditas hormonas

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Cristal

Dos imponentes figuras en frente de mi, lo primero que pensé fue donde demonios estoy como rayos llegue aqui, la verdad fue WTF delante de mí tenía a dos dioses griegos, Virgen santizima purificame, sus cuerpos y sus caras parecen esculpidas por los mismos dioses, después de esa meditación me di cuenta que aquellos dos sujetos ya sabían de mi presencia, sus miradas cargadas de intensidad y autoridad, me sentía indefensa delante de ellos.

—Como has llegado aquí — me dijo uno de esos extraños pero muy sexys sujetos tenía un traje de gala pero sin su saco y con las mangas dobladas hasta los codos, tenia el cabello rubió con un corte moderno, sus ropas eran muy finas, parecía que el fuera alguien importante, mide más o menos un metro 90 comparado conmigo no le llegó ni a la cintura, debe ser veinteañero, parece sacado de modelo de revista, sus ojos son de un azul muy profundo como el mar en sus profundidades, pero también reflejan un profundo vacío en ellos

Me les quedé mirando no sabía que hacer o responder el rubió de ojos como el mar me dijo una vez más

—Quien eres y como llegaste aqui responde ya no cuento de mucha paciencia — me dijo con una frialdad que parecía que no tenía ni la más mínima pizca de simpatía

—M-me llamo Cri-cristal y no se c-como llegue aquí — dije con las palabras cortadas por la manera de hablar del chico de ojos profundos

—Bryon — llamo el mismo.

—Majestad — dice el tal Bryon mirandome con recelo llevaba una túnica extraña y se veía que era de avanzada edad.

Espera que fue lo que dijo el tipo -ma-majestad - dije pasando saliva un poco, bueno ,muy nerviosa, - maldita sea - dije para mi, donde demonios me eh metido mejor como carajos eh llegado aqui

Le dijo algo en el oído al viejo, no llegue a escuchar lo que dijo, ahora no se porque pero siento que el anciano esta mirando a través de mi alma, menuda estupidez, Dios salvame de esta.

El otro hombre nada más me observa con una mirada que no se descifrar el tiene un atuendo parecido a el del rubió ,tan fino debe ser alguien con bastante poder, lo más curioso es que tiene sus ojos, de dos colores uno es como un bosque frondoso, mientras que otro es como un cielo nublado tan gris sus pestañas largas y oscuras adornando ese hermoso rostro, es tan extraño pero atrayente a la vez, su pelo es azabache, también debe ser veinteañero, mide un metro 90 son de casi la misma altura.Todo en el gritaba perfección

—Habla — dijo con su mirada fija en mi.

—Explicate como llegaste y quién eres

—Vengo de un pueblo llamado Aston estaba en mi habitación con un obsequio de mi madre un reloj antiguo cuando de repente el reloj empezó a brillar y cuando abri los ojos estaba aquí — lo solté todo muy rápido no sé si me entendieron algo de lo que dije.

—Majestad, la señorita no miente

—Su padre nuestro anterior rey le contó que algo parecido ocurrió en el pasado con su difunta madre

—Que demonios me estás diciendo Bryon — dijo el mirando a el viejo un poco alterado

—¿¡Me estas queriendo decir que esta niña es de otra época no!? — dice mirando al anciano burlón — y que de alguna manera mágica viajo a esta me crees imbécil Bryon — terminó de decir estaba cabreado, se para de su trono para caminar hacia mi

—Claro que no Majestad nunca me atrevería a pensar tal cosa — se apresura a decir el anciano

Vale lo de niña como que no me gustó pero por mi bien me quedo callada, se paró justo en frente de mi su mirada ya no era tan fría pero pude percibir en ella una pizca de curiosidad pero tan rápido como la vi desapareció, se dio la vuelta hacia el viejo yo permanecía inmóvil sujetando fuerte mi dos manos

12 O'clock: A través del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora