Día 1: Infidelidad [Kenshi/Johnny]

56 2 0
                                    


Ahí estaba él, sintiéndose bastante estúpido ¿qué estaba haciendo? Estaba demasiado ebrio, aún tenía tiempo de darse la vuelta y llamar un taxi para volver a su mansión. O volver a donde Kuai y Hanzo, pasar con ellos la noche y asegurarse así de que no moriría ahogado en su propio vómito; aunque no quería que Cassie viera el espectáculo que su padre, medio borracho, podía ofrecer. Cage agradece que los chicos tuvieran el tiempo y la paciencia para hacerle el favor de cuidar a Cassie antes de haberse ido al bar. De cualquier manera, Cassie disfrutaba el rato jugando junto a Satoshi, y Takeda si es que había oportunidad de estar todos juntos.

Sin embargo, ahí estaba, llamando a la puerta. Uno, dos golpes, su mano quedó al aire antes de dar un tercer golpe cuando la puerta se abrió. Ahí estaba ese idiota de pie.

Los ojos de Johnny Cage vagaron por el cuerpo de su anfitrión, su boca estaba salivando de pura anticipación ante la espléndida vista de Kenshi Takahashi usando solamente unos pantalones de dormir.

—¿Siempre recibes así a tus visitas?

Kenshi arrugó la nariz al percibir el aliento de Johnny y la forma en que este arrastraba las palabras.

—Solo si vienen a buscarme a media noche medio ebrios ¿Pasa algo o sólo es una visita de cortesía?

La vista del actor se alza ¿Kenshi usa la venda aún incluso para dormir? En realidad ni siquiera había puesto atención en ello. El japonés emite un gruñido por lo bajo, no puede ver, pero siente la mirada de Cage encima.

—Cage si quieres visitarme puedes hacerlo otro día, antes de la media noche sería fantástico. —El japonés habla irritado, frunciendo el ceño, a punto de cerrarle la puerta a Cage en la cara, pero el hombre mete su costoso zapato que queda un poco tallado de un costado.

—¿Qué demonios...? —Kenshi está a punto de echar al hombre, y lo haría de no ser porque justo cuando abre la boca para protestar, puede sentir la lengua de Johnny contra la suya en un acalorado beso.

La mente de Takahashi apenas tiene tiempo de procesar lo que está pasando; las manos de Johnny sobre sus hombros mientras profundiza el beso, sus propios pies retrocediendo para dar oportunidad al actor de entrar al departamento.

Para fortuna de ambos, Takeda está con Suchin; después de todo apenas es jueves, y el japonés sólo pasa con su hijo los fines de semana, a diferencia de Johnny que puede ver diario a Cassie.

A veces Kenshi envidia eso, que el actor pueda estar con su familia cada día; aunque si bien las cosas entre él y Suchin no funcionaron, al menos se llevan bien.

"Familia"

Algo en el cerebro de Kenshi logra funcionar y hacerlo salir del aturdimiento, apartando a Johnny Cage en el acto.

Sin importar cuánto deseaba que algo así sucediera, y cuánto disfrutaba ahora mismo el calor del cuerpo del actor o el sabor a brandy de esa parlanchina boca, no era esa clase de hombre.

No; él mismo había apartado a Cage apenas descubrió que el hombre tenía pareja. Ambos constantemente compartían coqueteos fugaces y juguetones; así que saber que Johnny salía con esa chica, la amiga de Jax, fue un golpe bajo. El flirteo acabó y Kenshi se volvió más serio que de costumbre. Ni hablar de la boda, Takahashi regresó la invitación sin siquiera haberla abierto, y aunque Hanzo posteriormente reprendió a su amigo por tal descortesía, no pudo culparlo.

Cuando Suchin llegó a su vida, las cosas comenzaron a mejorar un poco, aunque su felicidad se fue tan pronto como había llegado, sin embargo, la llegada de Takeda le había hecho olvidarse de sus demás frustraciones con la vida.

Johnny era otro cuento distintivo, Kenshi podía verlo feliz con su familia, y eso estaba bien ¿verdad? el lugar de ese idiota arrogante era junto a Sonya, criando a Cassie.

—Deberías irte con...

—Sonya. Sí, sí, siempre dices eso. —Nuevamente los labios de Johnny Cage están sobre los suyos, el cuerpo del actor empujando al japonés hasta que choca con el sofá y termina tomando asiento, separando las piernas.

Johnny se acomoda, de rodillas frente al hombre, acariciando sus muslos.

Kenshi se repite a sí mismo una vez más que no es esa clase de hombre.

Él no iría deliberadamente a romper una familia. No es correcto.

Sin embargo un escalofrío le hace retorcerse cuando Johnny le ha ayudado a liberar su polla de esos lindos pantalones de dormir, y su cálida boca lo recibe con entusiasmo.

—Esto... esto debe parar.

Aunque Takahashi disfruta las atenciones, está cansado de ser participe de todo esto; pero su cuerpo dice algo distinto, sus manos se aferran al cabello del actor y tira de él para profanar con mayor profundidad su boca, soltando un jadeo que, en opinión de Johnny, es mejor que cualquier alabanza que pueda recibir por su carrera como actor. No había nada mejor que tener al japonés enteramente a su merced, ser él quien lograba poner esa expresión de satisfacción en su rostro era algo que hinchaba su pecho de orgullo puro.

—Johnny, ha-hablo en serio. No podemos seguir así.

No recibe respuesta, no verbal al menos; Cage profundiza sus movimientos, su lengua recorriendo la longitud de su amante, sus manos, los dedos, clavándose con fuerza en los muslos de Takahashi mientras recibe y traga toda la calida carga del hombre.

—Dejaré a Sonya. Lo juro.

Finalmente habla, separándose de Kenshi. El hombre no puede ver, pero logra adivinar que el actor tiene esa sonrisa fingida que pone cada vez que murmura esa eterna promesa que jamás llega.

El japonés se toma unos segundos para regular su respiración y poder despejar su mente de la abrumadora sensación post-orgasmo.

Kenshi sube sus pantalones, normalmente llevarían las cosas a la habitación o al menos le devolvería el favor a Johnny, pero no esta vez.

En cambio, se levanta y se encamina a la puerta para abrirla.

—No regreses. No hasta que tengas los papeles de divorcio en mano. 

My V4lentine Week 2024 Mortal KombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora