CAPÍTULO 63

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La tablilla de jade permaneció en silencio durante un largo rato.

Shen Liuxiang arqueó una ceja. -No te quedes callado. Sé que puedes oírme-.

La tira de jade parpadeó y, después de un momento, se escuchó una voz baja y agradable que decía con dulzura: -Si Shizun no está contento, entonces castígalo, castígalo como desees. El discípulo no se atreverá a tomar represalias-.

Al lado de la cama, la expresión de Zhou Xuanlan se volvió extraña. Sus finos labios se abrieron ligeramente, pero dudó en hablar.

Shen Liuxiang entrecerró los ojos y miró con desdén la tenue niebla roja que rodeaba a Zhou Xuanlan. Se burló: -La Luna Sangrienta lo está protegiendo; no le hará daño-.

Si pudiera resultar herido, no habría necesidad de sostener la hoja de jade y gritar.

Zhou Xuanlan dijo: -Shizun, busque un lugar donde no llegue la luz de la luna-.

Shen Liuxiang comprendió de repente, y un atisbo de sonrisa apareció en sus ojos. -¿Está bien que vendas tu conciencia dividida de esta manera?-.

-Dejaré que Shizun se ocupe de mi conciencia dividida como quieras. No estaré por aquí. Shizun, por favor no se enoje conmigo-.

La voz de la tira de jade llenó la habitación. Las cejas de Zhou Xuanlan se fruncieron y sus ojos oscuros, ahora restaurados, miraron fijamente la hoja de jade. Cuanto más escuchaba, más profunda se volvía su mirada y parecía surgir un atisbo de enrojecimiento.

Satisfecho, Shen Liuxiang asintió, guardó la tira de jade, se levantó de la cama, se vistió, se recogió el cabello negro hasta la cintura y dijo fríamente: -Ven conmigo-.

Zhou Xuanlan bajó la mirada, sintiendo el escalofrío en sus palabras. Parecía perplejo y agraviado al mismo tiempo.

...No fue él.

El exterior estaba envuelto por la Luna Sangrienta, pero Shen Liuxiang abrió la puerta, buscó en el patio por un tiempo y no pudo encontrar un lugar adecuado.

Zhou Xuanlan lo siguió sin decir nada.

Shen Liuxiang se giró, dándose cuenta de que era un poco excesivo hacer que el castigado encontrará un lugar para castigarlo. Entonces dijo cortésmente: -¿Hay algún lugar sin luz? Muéstrame.-

Zhou Xuanlan respondió: -¿Shizun se refería a un lugar donde la luz no puede llegar?-.

Shen Liuxiang asintió.

Tenía la intención de encerrar a su discípulo en una celda oscura para desahogar su frustración.

Zhou Xuanlan cambió de dirección y abrió el camino. -Hay un sótano vacío-.

Al pisar el camino de piedra, la presencia de Shen Liuxiang agitó el viento de la noche, haciendo que algunas hojas caídas giraran. Se escuchó un chasquido nítido cuando rompió una ramita bajo sus pies. Se agachó para recogerla y la examinó en su mano.

La ramita corta y rota tenía un extremo bifurcado que emitía un tenue resplandor rojo bajo la luz de la luna.

Shen Liuxiang se lo insertó en el cabello por capricho, luego dio un paso y siguió a la persona frente a él.

El sótano estaba vacío, con el tragaluz cerrado, dejando el interior completamente oscuro, sin rastro de luz.

Usando sus sentidos para localizar a la persona, Zhou Xuanlan miró hacia la oscuridad y escuchó una voz desprovista de emoción, pero clara en sus instrucciones. -¿Algunas últimas palabras que decir?-.

Zhou Xuanlan se quedó en silencio por un momento, defendiéndose suavemente: -Después de beber, mi control sobre la conciencia dividida se volvió caótico. Generalmente, en este punto, se entregaría a la conciencia dominante... para que tome el control-.

The Villainous Shizun Is As Beautiful As A FlowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora