"Solo abre la maldita puerta"
Trato de ocultar el temblor de sus manos, respiraba profundamente en la oscuridad del pasillo a tan sólo pocos pasos de aquel ser. Cansada por no lograr nada apoyo su frente en el material frío de la puerta, abrió sin levantar la mirada.
Al estar enfrente de aquella silla se arrodilló, fue tan grande la sorpresa al ver a Nagini y no a Tom. Se dejó caer sentada del alivio tan grande, el reptil curioso se arrastró hasta estar al alcance de Eris.
-Es tan raro verte solo a ti- acerco su mano sin ningún temor. Rellish sabia que estaba segura junto a Nagini que con Tom. Disimulo el escalofrío que subió por todo su cuerpo de pensar en él de esa forma, pues fue el único que conoce realmente sus pecados. -Me alegra verte Nagini-
La serpiente asintió tras enroscarse desde la cintura de la peliblanca hasta posar su cabeza en el cuello de esta. Eris después de unos minutos se retiró respetuosamente de la presencia de Nagini, caminaba por las oscuras paredes hasta la salida. Aparecio cerca de su casa, en su gran jardín donde Asmodeus tomaba sol.
Suspiro al llegar hasta su cuarto, cayendo boca arriba en su cama su mente le gritaba una sola cosa...
"La muggle estará mejor sin ella"
Sus ojos se llenaron de lágrimas por la sensación. Tenía que hacerlo por el bien de la madre como del bebé. Y ahí recordó al niño de su sueño junto a su mejor amiga.
-Nissa le ha traído buenas noticias a la ama- Eris fruncio el ceño por la palabra ama, habian pasado un buen tiempo desde que alejó a Nissa. -La ama le ha pedido a Nissa que espiara a su examiga que fue muy querida por la amita, ella y su esposo fueron al hospital en la madrugada--¿Que?- se levantó tomando las manos de la elfa, al estar de rodillas espero impaciente la gran noticia.
-Ama la muggle dio a luz a un varón- la elfa no pudo retener el grito de sorpresa cuando Rellish la levanto abrazandola con fuerza.
-¡Un varón!- lloraba de felicidad, como en su sueño aquel niño que con alegría la llamaba tía había llegado a este mundo -¡Petunia dio a luz a un niño!- dejó con delicadeza a Nissa en el suelo y corrió hasta el balcón sintiendo la brisa.
-¿Ama a donde va?-
-Tengo que verla Nissa, yo se que ella... - respiro parando las lágrimas, sus ojos irritados miraban con suplica a la elfa, esta le extendió su mano a la peliblanca con miedo al rechazó, al sentir el contacto dejó caer algunos cabellos y con un chasquido apareció una botella.
-Nissa se adelantó para que la ama vea a su amiga- bajo sus orejas y sus grandes ojos comenzaron a llenarse de lágrimas -Tal vez esto pueda aliviar la relación que Nissa tiene con su ama-
Si Eris sintió enojo por este ser tan puro , ahora todo se disolvió, la abrazo con fuerza. Al separarse beso su cabeza.
-Que haría sin ti-
Corrió varias cuadras hasta llegar al hospital, entró observando cada detalle. Verificó que su traje estuviera atento, gracias a Nissa ahora tenía la apariencia de la enfermera que tomaría el turno de cuidar a la madre y al bebé. Con ayuda logró dar con la habitación, saco su varita y con cuidado unas bellas flores aparecieron. Al abrir el cuarto estaba muy oscuro, sonrió conmovida al escuchar un lindo gemido en una cuna cerca de la cama donde una mujer pálida descansaba. Con el corazón y el miedo carcomiendo su interior se acercó hasta ellos, dejó su regalo en la mesa de noche.
-No sabes cuanto me alegro Tuni- acarició su cabello negro sin ocultar la alegría, preparada se acercó a la cuna apartando el montón de mantas del bebé, al descubrir su carita su mundo se dividió. Una parte para su mejor amiga y la otra para este ser, lo cargo asombrada del peso del recién nacido. Acarició sus mejillas gorditas sacándole una sonrisita que le provocó una oleada de ternura. En la pequeña muñeca alcanzó a ver el nombre. -Bienvenido al mundo Dudley- la acercó más a ella.
-¡Se puede saber que hace con mi hijo!- la voz que provenía de la puerta alarmó tanto a la madre como al bebé, el pequeño comenzo a llorar espantado.
-Vernon silencio Dudley esta llorando por tu culpa- Petunia recelosa miraba a la enfermera -Puede darmelo, yo me encargo- teniendo a su hijo en sus brazos no aparto la vista de la mujer.
Eris con nerviosismo tomó las flores, se las acercó a Petunia.
-Felicidades señora, es tan adorable su bebé- volteo al hombre y le extendió la mano -Es todo un gusto conocerlo-
Vernon le tomó la mano, se acercó hasta sentarse a la orilla de la cama. Veía a su hijo y esposa con amor, Eris quería llorar de imaginar un futuro igual.
-Es igualito a su padre- sonrió Vernon lleno de orgullo abrazando a su esposa.
Eris comenzo a avanzar hasta Petunia, extendiendo sus manos para abrazarla, gritarle que estaba orgullosa y muy feliz por su amiga. Decirle que nunca ha dejado de quererla.
-Me alegra verte hermana- los tres de la habitación se asustaron de escuchar aquella voz, una pelirroja y un hombre les sonreian desde la puerta. Eris dejó de respirar al ver a la mujer en avanzado estado de embarazo. -Mi sobrino se parece a ti Vernon-
-¿Que haces aquí Lily?- Petunia miraba muy seria a su hermana, James sujetaba de la cintura a su esposa. La mayor le dio al bebé a un asustado Vernon y camino hasta la pelirroja -¡No quiero verte aqui!-
-Madre y padre les hubiera encantado conocer a su primer nieto- Lily se limpio una lagima, no intento entrar a la habitación. Vio a su hermana sin odio alguno y comenzo a alejarse junto a un James muy atento a ella.
Rellish tuvo que apoyarse en la pared, comenzo a ver un mechón blanco aparecer en su cabello. Frustrada busco la salida, la mano de Petunia detuvo su escape.
-No permita que esa mujer vuelva a esta habitación- Cualquier esperanza de recuperarla se derrumbó, Petunia odiaba a su hermana por lo que ni Eris era suficiente para ella. Sin girarse prometió jamás molestarla, nunca lastimaria a ningún miembro de su familia.
-Si señora-
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.