Callejón sin salida

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🌈🌈

Tonto, tonto, tonto...

Jimin no paraba de repetirse mientras andaba de un lado al otro del altar.
¿Cómo no se había acordado del toque de queda?
Eun Woo lo miraba, aún arrodillado y decepcionado porque su momento ya había terminado.
Aquel coche había explotado la burbuja dónde por un buen rato habían permanecido.
La luz de la luna llena, brillante, iluminaba la estancia.

-¿Qué hacemos?.- preguntó Jimin

Eun Woo se puso de pie.

-Podemos quedarnos aquí toda la noche, no creo que nadie entre.

Jimin paró su ansioso caminar y valoró un segundo aquella posibilidad para después caer en una cosa.

-Imposible. No puedo pasar toda la noche fuera.Mi familia me buscará.- Pensó en Suga y el mundo se le vino encima.- Debo salir de aquí ya.

Se dirigió hacia la puerta pero Eun Woo lo cogió del brazo.

-¿Qué haces?.-Preguntó mirando el brazo que lo agarraba.

-Jimin, espera por favor. Vamos a pensar cómo

-No hay nada que pensar.

-No salgas.

-¡Suéltame,joder!

El desheredado se zafó del agarre pero cuando iba a dar el paso que lo sacara del edificio escuchó de nuevo el altavoz.
Otro coche se acercaba.
Del susto cayó sobre su trasero.

-Mierda.

-No sabemos cuántos hay fuera.

Eun Woo lo ayudó a levantarse y se refugiaron en una de las pequeñas salas que tenía la parroquia.
Ambos se sentaron en el suelo apoyándose en pared.

-La he cagado.

Eun Woo se apiadó de Jimin y lo miró con tristeza, estaban uno al lado del otro, así que el chico vio la oportunidad de agarrar la mano de su compañero para darle apoyo.
Con timidez alargó su mano quedando meñique contra meñique, esperó para ver la reacción que tenía pero Jimin estaba aún con la mirada pérdida, buscando una solución.
Eun Woo, con algo más de confianza, posó su mano sobre la de Jimin y la acarició con suavidad.

-Todo irá bien.

Jimin apartó su mano al darse cuenta de el tacto del otro.

-No. Nada irá bien.-dijo enfadado.- Ya deben estar muy preocupados en casa, Yoongi...

Paró de golpe al imaginárselo buscándolo por las calles, desesperado.
Jimin metió su cabeza entre las piernas ahogando un grito impotente.

-Yoongi ¿Tu novio?

-Si.- contestó aún escondido.

-No puedo competir contra él ¿Verdad?.- dijo con voz rota- Aunque no hubiera un muro, aunque fuésemos libres. Siempre será él.

Jimin no dijo nada dejando que su silencio hablara por él y es que era cierto.
El beso que se acababan de dar solo respondía a un acto de empatía extrema. A una despedida. A un cierre .

Yoongi, sin embargo, era su vida y no la imaginaba sin él.

A Eun Woo le cayeron unas lágrimas y cansado de llorar, de rogar por algo que era imposible,se las secó con rabia y se levantó.

-Nos vamos.

Jimin lo miro desde abajo.

-¿Qué?

-Que te levantes.-dijo dominante.- Vamos a hacer que vuelvas a casa.

El Clan de los Desheredados: VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora