Hoy es un cálido día de verano. Salí a dar un paseo, puesto que ya me aburrí de estar encerrado en casa, sin mucho que hacer.
Mientras me dirijo al parque que está cerca de ahí me acuerdo de ti.
Ya tiene tres años que no te veo, tres años desde que saliste de Hogwarts, ahora ya debes ser toda una mujer.
Desde que nos dejamos de ver pienso muy a menudo en escribirte, en comunicarme contigo, pero por alguna razón no me atrevo.
Por medio de Harry he tenido algunas noticias sobre ti, me dijo que entraste a la universidad a estudiar para ser auror.
Es curioso, aunque tu mejor amigo vive en la misma casa que yo, no te he visto.
Yo por mi parte no he hecho mucho, sigo dando clases en Hogwarts y ya llevo cinco años tomando un tratamiento experimental para combatir mi licantropía: cada vez da más resultado.
Durante las lunas llenas ya no sufro de esas terribles transformaciones, sino que en ese tiempo duermo. Sí, caigo en un sueño profundo y no despierto hasta que acaba todo.
Eso me ha ayudado mucho, me veo más sano y soy más fuerte. A mis 41 años me siento muy bien.
Por fin llegué al parque, donde todo está muy alegre. Hay niños pequeños jugando, parejas que pasean tomadas de la mano... aunque hay mucha gente me siento un poco solo.
Siento que algo le falta a mi vida.
A pesar de que últimamente he tenido mayor aceptación en la sociedad y vivo con mi mejor amigo y su ahijado, hay un vacío dentro de mí que algunas veces me llega a hacer sentir mal.
Sumido en mis pensamientos sigo caminando, y sin querer, choco con alguien.
- Lo siento señorita- me disculpo sin siquiera mirar a la joven, quien no me responde.
Continúo mi camino reprochándome mi descuido. Escucho unos pasos apresurados, creo que se dirigen hacia mí.
- No seas idiota- me digo- nadie te viene siguiendo.
Pero estoy equivocado. Siento una mano en mi hombro.
-¿Profesor Lupin?
En ese momento se me para el corazón. Volteo y entonces te veo... no lo puedo creer. La mirada de mis ojos azules se ilumina y esbozo una gran sonrisa.
-¡¡Hermione!!
Nos damos un fuerte abrazo. No sé por qué, pero me siento muy feliz, mi corazón late a mil por hora al sentirte entre mis brazos.
Después de unos instantes nos separamos.
- Hermione... no lo puedo creer- es lo único que logro decir.
- Ni yo profesor Lupin... me alegra mucho verlo.
Más alegre me siento yo por este encuentro inesperado.
Como lo imaginaba, estás preciosa, eres ya una mujer.
Tus ojos marrones están llenos de vida, tu cabello liso y castaño cae libremente sobre tus hombros y te llega hasta casi media espalda.Vistes unos Jeans que te llegan a la cadera y una camiseta que te llega hasta medio abdomen. Me he quedado deslumbrado al ver tus curvas.
-¿Qué vas a hacer ahora?- te pregunto- te invito a tomar un café.
Me dedicas una dulce sonrisa y aceptas mi invitación.
-Por supuesto.
Mientras caminamos, vamos platicando sobre lo que nos ha pasado durante el tiempo que no nos hemos visto.
ESTÁS LEYENDO
Los Licántropos también se enamoran
FanfictionDespués de tantos años de padecimientos, sufrimientos y rechazos, parece ser que a Remus Lupin le ha llegado su turno para ser feliz.