EXTRA: SAN VALENTÍN

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Extensión de los hechos ocurridos en el capítulo 27 en la escena llamada «San Valentín con sus desastres y esplendores»

LA TRADICIÓN DE LOS CHICOS DE BROOKLYN

La unidad y hermanad es algo natural en este grupo. Un claro ejemplo de tal compromiso es que si alguien se mete con uno de ellos, los demás ayudan en esa situación protegiéndose entre sí. Casi pareciera que fuera una familia establecida viviendo en el mismo lugar porque las reuniones son frecuentes casi todos los días. Como también se toman en serio las fechas especiales que consideran sagradas, pues no conocen otra forma de festejar el día. Los que tienen familia adoptiva hacen un hueco y los que no tienen nunca faltan.

La comida es la atracción principal. Igual que los chismes. Por eso Samuel es encargado de la planeación y el único de la comida, las otras tareas la designa a los demás, por lo general a las chicas, a menos que se lo pida a Duke que se toma en serio casi todo. La segunda cabeza confiable podría ser Jessica, quien ha estado centrada desde que la conoce. Tampoco puede quitarle mérito a Lindsay quien es muy organizada y perfeccionista. En cambio, si se habla de Cristian que solo piensa en beber hasta alcoholizarse, Ronney es casi imposible de asignarle una responsabilidad porque lo piensa demasiado y entre otros está Killian quien sufre de indiferencia.

Ay, el más chico de todos en cuanto a edad y tamaño está en esa correccional, él sospecha que se escapará como el atolondrado de Byron lo hizo o al estilo del mismo Cristian quien también se escapó.

Todos le dan dolores de cabeza y es por eso que lo acreditan en modo de broma como el padre de todos ellos, aunque sabe que es para burlarse por su preocupación. Samuel no quiere serlo ni pensarlo, porque no tiene el derecho. Tal vez, no esté alejado de la realidad con el trato que mantiene con los que no adoptaron; nadie se apiadó de Byron, Cristian y Duke. Chicos tan brillantes y capaces de sonreír ante todo lo que han tenido que lidiar y soportar siendo tan jóvenes.

Pero, ¿y sus propios sufrimientos? ¿Sus carencias? ¿Quién se preocupa por él?

Duke se preocupa por Cloy y por Killian, Cloy por Duke y Jessica, Cristian por Duke, Katrina por Cristian ante todo y luego por Lindsay, Byron por Marco y viceversa. Él se preocupa por todos sabiendo que nadie se preocupa por Ronney, también lo hace por Ramiro aunque tenga aquellas ideas de posesión y acosamiento. Sin embargo, siempre quiere minimizar que Jessica no se preocupa por él porque un día confundió aquello y cayó en un pozo de líos mentales. Porque jamás podría corresponderle porque él está calado por otra de sus amigas, quien nunca de los nunca sabrá que siente algo, porque lo concibe retorcido.

Pensar demasiado es malo, por eso decidió sacarlo de su cabeza luego de salir de su trabajo y comprar lo que faltaba para la cena, luego pasó por su departamento para bañarse y cambiarse por la ropa escogida; unos jeans azules combinado con una camisa que en las mangas largas era un tono más oscuro que la camiseta y unos tenis blancos. Pasó a pie por la casa de Cristian que le quedaba a cinco calles, al llegar él no estaba listo.

Bajó las bolsas en el suelo que contenían una parte de los ingredientes, ya que Duke había comprado algunos que estaban en el departamento de Cloy.

—Vamos a llegar tarde —le recordó en voz alta, pues el chico estaba sentado en el retrete del único baño de su casita.

Se dio cuenta que no había saludado a Ronney y Byron que estaban jugando en sus celulares, al hacerlo los dos le respondieron más no lo miraron. Samuel siguió hasta la puerta del baño que estaba medio abierta porque el sinvergüenza de Cristian no se molestó en cerrarla.

—No hay una hora concreta Sam. En media hora estoy listo —explicó, todavía sentado en el retrete que olía mal.

—No más, la cena lleva dos horas prepararla.

Descaradamente Problemática ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora