4.1 Extra
Me abrigue estornundando una vez más.
El vecindario es bastante tranquilo. Silbe un poco despejando el miedo, pensando: Ventajas de sueldo de tus padres se podía decir, pero la realidad era otra. Vivíamos en la casa de los abuelos.
Entre un papel, piedra y tijera (que perdí contra Ruel), me tocaba sacar la basura en pleno frío.
—Uhg, —me quejé. —Soy una friolenta.
Camine a pasos vagos hasta el tacho. Abrí la tapa de este y dejé el desperdicio sacudiendo luego mis manos.
Luego, la oscuridad cegó mi vista. Su aliento cálido cosquillando mi oreja me alarmó por un instante, pensaba en dar un buen golpe, no obstante, su aroma a limón lo reconocía bien.
—Eh.
Tosio falsamente alejándose. Cuando ya pude ver, tuve una perfecta vista de Luca. Con su pantaloneta, camisa holgada de un equipo, sandalias desgastadas, sonrisa encantadora y esos ojos azules.
Frotó sus ojos soltando un quejido.
—Quería asustarte. —Confesó.
—Hola Luca, también me da gusto verte. —Reí. —Casi te suelto mi golpe mortal.
—¿El del cazador?
—Le cambie de nombre. —arrastre las palabras. En mi cabeza no cabía como él lo recordaba.
—¿León? —arque la ceja sorprendida. —Fue predecible Kiah. Te gustan mucho.
—¿Cómo sabes? —medite yo misma en mi propia pregunta hasta caí en cuenta. —Mi perfil.
—El fothoshop no es lo tuyo. —río.
Recordaba esa foto antigua de perfil de Facebook. Un mal edición de yo sobre un león, como si en la vida real eso fuera lícito.
Mi yo de nueve años estaría ofendida.
Al final terminé riendo con él.
—Tengo que ir a la casa. —se giró en medio camino. —Cierto, mi mata creció más, pronto dará fruto y estoy planeando hacer pays.
—¿Doroti?
—No. Dolores. —Corrigió. —¿Quieres...? Me refiero. Ah, preparar pays de limón.
—Sabes que soy un asco en la cocina.
Reí para mis adentros. Si que lo era. Su actitud cambió tomándome desprevenida.
—¿Eso es un no? Esta bien. —guardo sus manos en la pantaloneta asintiendo. —Buenas noches, Kiah.
—Buenas noches, Luca.
Me sentía feliz. Hablé con él. Eso es un avance.
Caminé a casa. Los cables de mi cabeza se funcionaron y comenzaron a maquinar correctamente, haciendo que mis neuronas conectarán, para saber: —Lo rechaze indirectamente. ¡No! Porqué, Kiah. Porqué Kiah, agh. Dios iluminame o eliminame....
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"HASTA QUE ME OLVIDES."
RandomKiah idolatra a su hermana Elena, pero la vida da un giro cuando a esta le diagnostican cáncer y no llega a sobrevivir. Años mas tarde, la culpa termino a trapando a Kiah, descubriendo que su hermana murio por causa distintas que podían ser cambiada...