2.1 ADVERTENCIAS DE OTOÑO

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2.1 CONFUSIONES DEL TIEMPO

—Siena, Sienaaaa... —una mano sacudía mi cuerpo. Abriendo un poco los ojos y con cierta confusión, visualicé una niña pelirroja frente a mí. Pegué un mini brinco de lo cerca que se encontraba de mi cara. —Despiertaaaa, me tienes que llevar a la escuela.

—¿Eh? ¿Quién eres? —no tardé en visualizar mi alrededor. Nunca había visto este lugar antes. Todo era extraño... mucho café para ser verdad, y las paredes decoradas con múltiples dibujos algo mal hechos.

—No me gustan tus bromas. —se cruzó de brazos. —Le diré a mamá que me hiciste chillar si sigues así.

—Espera, espera, espera, ¿a dónde querías ir?

—¡A la escuela! —gritó desesperada. —Es por ese estúpido juego que te olvidas las cosas, Ena.

—Bueno vamos, pero no me grites. —hablé a la vez que me paraba.

—¿Espera, no llevarás tu mochila?

—¿Qué? —señaló una maleta café que reposaba en la mesa del comedor. Claro, más café. —Yo ya me gradué hace... ¿siete años?

—Dices muchas cosas raras hoy.

Miré mi cuerpo, estaba con un uniforme blanco con bordes azules oscuros, sabía de cuál institución se trataba, es de un colegio particular de artes en todas sus formas y afortunadamente en el que asistía L. No podía creerlo ya que eso solo significaba una cosa. Busqué el espejo más cercano y al ver que mis facciones eran muy distintas y mi cabello castaño se transformó en uno ondulado pelirrojo que me hizo pegar el grito al cielo.

—¿Qué día es hoy? —pregunté a la pequeña que no me tenía ni una pizca de paciencia.

—Eh... No sé. Aun no veo números.

—Te ves ya grande como para no saberlo.

—Y tú muy tonta para olvidarlo. —me sacó la lengua molesta.

Escuché las agujas del reloj que se encontraba pegado en la pared junto a unos cuadros rasgados. Eso no ayudaba mucho la verdad. Toqué los bolsillos de mi falda encontrando un celular color mostaza, lo prendí y casi me desmayo al ver el fondo de pantalla. Era yo, una chica castaña y uno rubio. No los conozco de nada. Espera, la fecha...

—Trece de septiembre del 2017.

—¿Y?

—Vamos a la escuela. —la tomé de la mano para salir de la casa en la que nos encontrábamos, junto a mi maleta.

Antes anoté la dirección para no olvidar regresar a ese lugar que era ahora 'mi casa'. Dejé a la niña en la escuela y antes de quedarme sin aire por correr llegué al colegio.

—A dirección, llegas muy tarde jovencita ¿y tu identificación? —habló la inspectora del lugar algo rígida.

—¿Identificación?

Diablos.

🍁🍁🍁🍁

La inspectora me había dejado entrar, si antes escribir un ensayo de doscientas palabras de falsas promesas y disculpas por mi retraso. Si no fuera por poco, no encontraba mi salón de clases porque no sabía ni qué diablos era exactamente lo que andaba buscando. Veía muchas puertas, carteles, sin embargo, no daba con mi salón.

—Nah, nah, nahhh...

—¡¡Eyy, tú!! —corrí hacia la castaña de mi fondo de pantalla.

—¿Siena? Sienaaaaa, —corrió abrazarme. —pensé que no vendrías, cierto, —me dio un golpe al hombro. —me tocó hacer grupo con Nick porque no venías pronto. Ese baboso explotó su esfero y ahora mira mis manos parezco un pitufo!

"HASTA QUE ME OLVIDES."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora