Hyunjin y Felix trabajan para la mafia local y solo tenían una misión, hacer las cosas bien. Cuando la única misión que tenían designada sale mal necesitan recibir un castigo, ninguno de los dos se conoce hasta la noche de San Valentín en donde debe...
Aclaraciones previas: Especial de San Valentín, ya que ayer gano la opción de San Valentín sangriento esto salió de mi mente. Este one shot no tiene smut.
Contenido grafico y violento explicito así que leer con precaución.
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Hacer mal el trabajo en la mafia era castigado, eso era algo que Hyunjin y Felix sabían. No trabajan para el mismo jefe pero trabajan para la misma mafia, otra cosa en la que coincidían era que la habían cagado en su trabajo.
Hyunjin había asesinado por error a uno de los hombres del objetivo principal, no era el tipo muerto no lo mereciera pero eso había alertado al objetivo lo que por consiguiente había hecho que tuviera que enfrentarme a muchos más hombres, lo que a su vez también había provocado más heridos entre sus compañeros de trabajo. El jefe se había enojado y por eso ahora estaba en un taller en medio de la nada esperando en su auto a que su jefe llegara.
Por otro lado se encontraba Felix, había olvidado la hora de la entrega de la mercancía e hizo meterse en problema a su jefe con los rusos. No pretendía cometer ese error pero había tenido muchas cosas en mente desde que su novio había terminado cruelmente con el echándolo a la calle solo porque no soportaba la vida de la mafia.
Así que ahora estaba fuera de aquel taller olvidado de la mano de dios esperando por el castigo de su jefe.
"Entra. Primera puerta a la izquierda" fue el mensaje que ambos recibieron por parte de sus respectivos jefes.
Hyunjin vio a un llamativo rubio caminando hacia el mismo lugar que él, recordaba que su jefe le había comentado algo sobre otro subordinado que la había cagado, bueno... Al menos no sería castigado en soledad y la vista que tenía de aquel rubio era fantástica, ese culo podría ser la envidia de cualquier chica.
Felix entro antes así que no pudo ver al hombre de cabello oscuro que se acercaba por detrás tasándolo como si él fuera una buena propiedad que comprar. A los pocos minutos dio con la puerta en la que debía entrar y dentro de ella había dos hombres. Su jefe y primo, Minho y otro hombre que por lo que tenía entendido se llamaba Chan, jefe de la mafia en el norte del sector.
—Buenas noches —dijo inclinándose educadamente, podría ser mafioso pero eran educado y sabía de protocolo.
—Vaya que puntual —comento el desconocido — ¿No habrás visto a un hombre alto de cabello negro por allí afuera?
—Aquí estoy —Felix escucho hablar a un cuarto hombre sobre saltándose ante la sorpresa, sus ojos viajaron hasta el nuevo hombre en la habitación y se sintió casi como los cachorros que buscan que les acaricies la panza, estaba a punto de sentarse sobre una mesa y abrir las pierna para ese suculencia de hombre, Dios, era sexy —Buenas noches —dijo con tranquilidad, pero su mirada lo escaneo de pies a cabeza, el pecoso había visto esa mirada un sin fin de veces antes, lujuria.
