3.7 UN FALSO VERANO

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3.7 SUSURROS

ELENA NILSSON

La vida es una amalgama de experiencias, algunas marcadas por recuerdos amargos, otras por cicatrices silenciosas, y unas pocas resonando en risas estridentes entre la sinfonía de gritos desesperados. Cuando inicié mi travesía en la escuela, mi error fue ser auténtica. Los elogios de los profesores por mi talento artístico inundaban mis días, dedicando horas en el aula a pintar, con mis uñas teñidas de colores. Mi felicidad era palpable en un mundo donde las palabras se volvían restrictivas, hallaba mi dicha a través del arte, hasta que se convirtió en mi cárcel.

"¿Te crees muy talentosa, verdad?" Rinatta dejó caer su comentario como un balde de agua fría. "Eres buena en esto, ¿podrías ayudarme a mejorar?"

Su tono sonaba amable, pero la brutal honestidad resonaba en sus palabras. Al comenzar a ayudarla, más personas se acercaron a mí por ello. Me sentía bien al respecto, ¿por qué habría de tener problemas? Pero al dejar que esas semillas germinaran, mi felicidad se convirtió en un frágil cristal.

"Shh, no lo digas en voz alta", susurros de desconocidos me rodeaban.

"Elena es patética, se cree la mejor solo porque le pedimos ayuda. Es la mascota de la profesora, ni siquiera puede hacer nada bien..."

"Jajaja, siempre ha sido una don nadie. Se encierra en la sala de arte, como si fuera alguien especial." soltó una carcajada. "Es muy tonta, por eso me junto con ella."

"Igual yo." siguió riendo. "Ella hace el trabajo y solo le dices 'lo buena que es.'"

Eso me llevó a preguntarme, "¿alguien en verdad estará aquí sin ningún interés?"

No pude enfrentarlos, me dije a mí misma que eran solo comentarios. Hasta que la escala subió y se convirtió en una marea de desprecio. Ya no era una persona, sino múltiples voces convergiendo en un coro de desdén. ¿Por qué no ignoré esos comentarios? Tal vez porque mi desgaste emocional ya había alcanzado un punto sin retorno.

"Tu hermana es asombrosa."

Me quedé atrás esperando a que Kiah me viera; sin embargo, estaba tan metida en su conversación con Marry.

"Sí, tiene muchos amigos, es buena en la cocina, excelentes calificaciones", suspiró. "Mis padres esperan tanto de ella, que me hace odiarla un poco." siguió jugando. "Es muy perfecta, ¿no crees?"

Traté de ser fuerte, pero cuando una persona a la que apreciaba se sumó al coro, la carga se volvió insoportable.

"Deberías decirles..."

"Shhhh", me encogí de hombros. "No digas nada."

Dejé que lo peor sucediera. Mis padres tenían expectativas de mí, así que fingí en casa, lloré en el aula y en los pasillos me limité a ser la sombra de lo que los rumores decían. Fingí tanto que me perdí, convirtiéndome en un reflejo de las expectativas ajenas. Y me hundí.

"Hagamos un trato", propuso Rinatta. "Te protegeré de los rumores a cambio de tu amistad sin preguntas."

"¿Amistad?"

"Sí", sonrió con malicia. "Así nadie hablará mal de ti, ¿qué te parece?"

Tomé la peor decisión. "De acuerdo."

Me convertí en la marioneta de Rinatta. Al principio, las cuerdas eran suaves, pero pronto se volvieron garfios que arañaban mi esencia. Me trataron bien, hice favores, hasta que esos gestos amables se tornaron en crueldad.

"¿Por qué no haces mis tareas?!" pensé que era una más de esas discusiones sin escrúpulos, pero no lo fue. "¡Eres mi amiga, es lo mínimo que puedes hacer por mí!" Me empujó, recordándome mi posición. "Recuerda, recuerda lo que hice por ti, ¿cómo puedes olvidarlo? ¡Estabas sola, SOLA!

"No quiero ser tu amiga más", murmuré. "¡No quiero...!" Un bofetón silenció mi protesta.

De ahí, dio apertura a los ataques llenos de manchas en mi cuerpo.

"Estás conmigo en esto, ¿vale? Inclina la cabeza y haz todo lo que te digo, igual que has estado haciendo con todos los que te han pisoteado."

No encontré escapatoria, me estaba sofocando. No hallé alegría en nada. Hasta que me dieron un rincón para pintar, y cuando sentí que mis pulmones recuperaban fuerzas, ella recordó lo débil que era.

"Estás pasando demasiado tiempo con Siena y ese tal Augusto", dijo. "No me gustan esas amistades, deberías alejarte de ellos."

"¿Y por qué debería hacer eso?"

Puso su brazo alrededor de mis hombros. "No deberías cuestionarme, sé muchas cosas sobre ellos. ¿Te imaginas si supieran que la mamá de Paula es alcohólica y casi la mata, y qué pasa con el enano, todavía no sé nada bueno pero pronto lo sabré."

Permanecí en silencio, sintiendo cómo mi vida se deslizaba hacia la oscuridad. Pero entonces llegaste tú, en medio del calor abrasador, devolviéndome el deseo de respirar. ¿Cómo podía luchar contra eso? Cuando sonríes, mi arte fluye y recupero la sensación de estar viva. Pero es una máscara, un lienzo sin esplendor; si no te hubiera conocido, mi vida de tonos grises habría sucumbido en un oscuro invierno, sin aliento, muerta como los latidos de un corazón desvanecido. Pero tú llegaste, inevitablemente... tú. Me devolviste a ese verano donde todo se cayó en pedazos frente a mí; sin embargo, haces que quiera recoger todos esos pedazos. Me devuelves la esperanza que olvidé que una vez existía en mí.

—Quería irme en un verano. Pero sentía que sería muy escandalosa y no quería estar más en la boca de nadie. —tomé una pausa para sonreír mientras estiraba mis manos hacia arriba. —Es que, si ves el cielo, el sol y sus hermosas nubes, solo quería estirar un poco mis manos y llegar hacia allá. Irme con la brisa, siendo solo un recuerdo más, ¿Augus? —me levanté un poco para mirarlo.

—Deseo conseguido. —declaró en una sonrisa llena de lágrimas.

No le entendí hasta que me ayudó a levantarme y pude verme en el espejo, era un hermoso cielo con nubes blanquecinas, los moretones formaban un montón de flores y ahí estaba yo, recostada en medio del césped disfrutando los rayos de sol en mí.

—No deberías detener tu arte.

Le sonreí con el corazón en ello. No podía explicarle nada más. Eso fue un murmullo de mi corazón y esperaba que no escuchara los gritos. —No lo haré.

—¿Prométeme que pasaremos el verano juntos?

—Pero ya estamos en ello. —tomé su rostro con mis manos. Y sin hacer que él lo notara le dejé un besote pintado.

—Sé lo que hiciste, —me helé. —pero tengo algo más importante que hacer.

—¿Cómo que...

Me besó y puede que también le siguiera el beso de la manera más torpe posible. Sus labios chocaron con los míos de forma descoordinada, pero no pude evitar sentir una chispa de emoción recorrer mi cuerpo. Aunque el beso fue torpe, la ternura con la que lo dio me hizo sonreír. Tal vez no éramos expertos en el arte del beso, pero estábamos dispuestos a aprender juntos.

"Eres muy valiente por el hecho de seguir aquí. —murmuró Augus en mi oído de manera cálida que me estremecía el corazón."

3 días menos para el festival de otoño del colegio Senza musica. Los estudiantes están preparándose para el agasajo que trae la bienvenida a diciembre. Vísperas de navidad y año nuevo, un año de esperanzas para todos. (radio comunitaria)

"HASTA QUE ME OLVIDES."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora