"HASTA QUE ME OLVIDES."

3.8 UN FALSO VERANO

3.8 DETALLES DE ARQUERO

Algo había florecido; sin embargo, algo también procuraba marchitarse.

—¡Kiahhh! —chillé emocionado. Salté hasta su balcón y encontré a la pelirroja babeando en la almohada. —Kiahhh, despiértate.

—¿Ahh?, ¿qué pasó? —cuando sus ojos me vieron, quité mi mano de mi hombro y se acomodó. —Hablamos mañana, es muy, pero muy tarde.

—De hecho, son las siete.

—¡Las siete, madre mía! —se levantó brincando de la cama. —Tengo que alistarme, mañana es el festival y Ginger vendrá.

—¿Ginger?

Ella asintió mientras sacaba ropa del armario. —Coco está negociando con Katherine, al parecer las aguas en la vida de Siena están algo ya calmadas.

—Eh, también creo que un poco en la de Elena.

—¡Es genial! —agarró una camisa celeste. —Voltea. —hice caso a su petición para que se cambiara. —Eso quiere decir que muy pronto regresaremos al futuro, ¿no? No quería decir esto, pero el pasado no es tan malo.

—No, no lo es. Y sí, si las cosas siguen así de bien, nos iremos la segunda semana de diciembre.

—Wo, wo, alto ahí, ¿por qué tan pronto? —puso una mano en mi hombro volteándome a que la confronte.

—Recuerda a lo que vinimos, estas no son nuestras vidas. —mordí mi labio. No podía tentar al destino por muy cómodo que esté aquí. —Y hay que seguir adelante, ambos lo haremos cuando estemos en el futuro.

—¿Es lo mejor?

—Sí. Además, tuve una grandiosa idea. —me crucé de brazos sonriente. —Porque no presentamos los cuadros de Elena en el camino de las luces.

—Suena bien eso, ¿pero...? Tendrías que llevar hoy las pinturas, porque mañana es un día muy ocupado.

—Mañana las llevo, sé que alcanzaré.

—¿Y vas a tocar como solista de apertura? ¡Vi tu nombre ahí!

—¿Ehh? Sí. —confesé en un suspiro.

—¿Es un tema nuevo, me dejarás escucharlo primero? —puse una mano en su cara apartándola de mi espacio. —Eso fue grosero.

—Más vale que no llegues tarde. —rodó los ojos mientras yo salía al balcón y pegué un salto al otro lado.

☀️☀️🌺🌺

La campana sonó, todos quedaron ayudando en el patio para los preparativos. Tuve que juntarme con el equipo de Kiah, ya que la chica estaba sola y necesitaba mucha ayuda para montar el camino de luces. Eran pequeñas cápsulas de colores otoñales con una vela dentro; imaginarlas encendidas sí sería bello. Además, ayudé a colocar los caballetes. En total eran seis, como las seis pinturas de la misma gama que Elena había pintado.

Una vez listo, Kiah me trajo una bebida helada. Ambos nos sentamos en el banco mientras todos seguían corriendo y la noche abrazaba DeLuan.

—¿No deberías estar en la obra? —comentó Kiah.

Puse una mueca al recordar ese detalle. —No, soy el personaje secundario.

—¿Y si al principal algo le sucede? Debes estar listo, ¿no?

—Eso no pasará, él está altamente capacitado. —tosí un poco, sentí algo de ardor en mi garganta. —Tu camino de luces es espectacular. No hay duda de por qué está siempre a la entrada.