5.1 SANDUCHE DE POLLO
—¡Kiahhh!
—¿Uhmm?
—Se supone que no debería estar aquí.
Levanté mi cabeza divisando a mamá frente a mí. Vi a los alrededores para identificar el lugar y me encontraba en una habitación con varias fotografías, anuncios y un cuadro mío con una firma característica de mi hermana.
"¿Volví al presente?"
—¿No deberían estar de viaje?
—¿Qué cosas raras dices?
—¡Espera, no iré al colegio, ya me llevo graduando muchas...! —algo en mí hizo clic. Estoy en casa, logré cambiar algo del pasado. —¡Mamá! Te extrañé mucho.... —me eché a sus brazos. -¿Qué día es hoy?
—Definitivamente la pre u de cine te tiene mal. —me sonrió. —Iré a dejar unos encargos, ¿vas a ir a ver a Elena?
—¿Elena?
—Al menos que conozcas a otra, llévale estos nuevos suéters, la calefacción de la clínica está mal. —comentó dejando una caja en la mesa donde antes estaba descansando. —Oh, por cierto, mañana viene el chef de la casa.
—¿La rata que dice ser mi hermano?
—¡Kiah! —regañó mi mamá. —¿Estás bien? Luces algo pálida cariño.
—Mamá, ¿cuántos años tengo?
Mamá puso una mueca. —¿Es otra de tus preguntas trampas? —negué con la cabeza. —Diecinueve cariño y te quedarás ahí si no mueves a ver a tu hermana.
Asentí, toqué mi bolsillo encontrando mi celular, se me hacía algo extraño. Abrí las cortinas de la ventana viendo los cerezos de primavera aparecer en primer plano. Se supone que Elena estaría muerta el mes pasado de invierno, no obstante, al cambiar el transcurso de la historia, Elena no tomó esa decisión que había largado en la otra línea temporal.
Tomé mi maleta y guardé lo que mamá me dio. Salí para tomar la bicicleta y me encontré con alguien que ya no revolucionaba mi corazón.
—Hola Kiah.
—Luca, ¿qué tal?
Luca estaba regando sus plantas. —Bien, oye... —dejó la manguera cruzando a mi lado. —¿irás a ver a tu hermana?
—Sí. —asentí mientras me colocaba el casco en la cabeza. —Es un buen día, ¿no lo crees? Bueno, debería irme...
—¡Espera! Yo...
"Oh, no... está pasando."
Cuando creí que Luca por fin abriría su corazón, me imaginaba llorando de felicidad y obviamente respondiendo babosadas, pero ese inquieto que llamaba amor desapareció en mí.
—¿Tu...?
—¿Kiah? —volteé a ver a Ruel. Dejé las maletas y corrí abrazarlo. —¿Qué haces aquí? No se supone que debes estar en la clínica.
—¿Y tú en el avión?
—Quise darles una sorpresa a todos. —confesó mientras me despeinaba. —Llamaré a Helen que ya no venga, no tiene sentido sorprenderlos cuando ya sabes.
—Puedo fingir por veinte dólares.
—Serán diez.
—Es un trato. —chocamos las manos. —Entraré antes que alguien más lo haga, espera... Lleva esto a Elena. —me entregó una postal. —Le gustará mucho, es de Los Ángeles, lo más cercano que Harold Hemerich estará con ella.
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"HASTA QUE ME OLVIDES."
DiversosKiah idolatra a su hermana Elena, pero la vida da un giro cuando a esta le diagnostican cáncer y no llega a sobrevivir. Años mas tarde, la culpa termino a trapando a Kiah, descubriendo que su hermana murio por causa distintas que podían ser cambiada...