Traducción de una historia original de AO3 escrita por la autora penelopecolin (sexymonk).
Colin otorga a Penélope la fortaleza para cortar los lazos con su familia de una manera poco convencional.
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"¿Estas segura de que quieres hacer esto?" preguntó Colin.
Estaban solos en el ascensor, subiendo al piso veinticuatro. Pasaron junto a la fiesta de bodas sin mucha dificultad, el corazón de Penélope latía con fuerza contra su pecho.
Ella lo miró a él. "Sólo si tú quieres."
Sacudió la cabeza. "Es tu familia, princesa. Serás tú quien sufra la mayoría de las consecuencias. Puedo protegerte, proveerte, pero aun así te dolerá..."
"Ellos no son mi familia. Hace mucho que no son mi familia", interrumpió Penélope, cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado. "Anoche me lo recordó".
Él la miró fijamente durante un minuto antes de tomarla entre sus brazos y envolverla en su abrazo.
"Soy tu familia de ahora en adelante, princesa", le dijo con tono gentil. Sus ojos se suavizaron cuando lo miró y lentamente se relajó en sus brazos, apoyando la cabeza sobre su pecho. Le dio un beso en el cabello y murmuró suavemente: "Mi preciosa, preciosa niña. Te mereces algo mucho mejor que ellos. Ojalá pudiera dártelo todo".
"Ya eres tan bueno conmigo", susurró ella, con la voz apagada mientras hablaba por debajo de su camisa. "Gracias." Ella inclinó la cabeza hacia arriba y lo miró a los ojos. "¿Qué pasa contigo?"
"¿Qué quieres decir?"
"Cuando Marina nos encuentre, lo convertirá en algo muy importante. Los tabloides y los chismes también vendrán por ti y tu familia", dijo en voz baja, con el ceño fruncido por la preocupación. "¿Estás de acuerdo con eso?"
"Mi familia te ama. Odiaban que yo estuviera saliendo con Marina", le dijo. "Ellos estarán detrás de nosotros. E incluso si los tabloides escriben sobre nosotros, pronto se convertirá en noticia vieja. La gente lo olvida. Tal vez pueda llevarte de vacaciones hasta que lo hagan.
Él inclinó la cabeza y la besó en la mejilla, sus brazos la rodearon con más fuerza mientras sus labios rozaban ligeramente su piel.
"No puedo esperar para desvestirte, pequeñad", susurró contra su rostro, sus manos deslizándose por su espalda desnuda y jugando con las corbatas. Las largas puntas de su cabello castaño rojizo le hicieron cosquillas en los dedos. "Qué hermosa, princesa".
Él capturó sus labios en un beso lento y sensual, sus labios chasqueando ruidosamente uno contra el otro. Penélope suspiró satisfecha, abrazándolo cerca de ella y respondiendo con entusiasmo a sus necesitados besos. Hubo momentos en los que Penélope sentía que eran perfectos el uno para el otro, que él la necesitaba tanto como ella lo necesitaba a él, y los viejos sentimientos salían a la superficie tan rápidamente que luchaba por enterrarlos nuevamente. Colin hizo que fuera notablemente fácil fingir que él también estaba enamorado de ella.
