| Claramente no me elegiría. |

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Corría una brisa seca y árida, sin un polvo de calidez, fría como la misma cama en la que se encontraba Valentín, al menos así él lo sentía.

Entre los brazos acogedores de Agustín estaba él, envuelto en su amante de ojos verdes, una figura corpulenta y agradable, calida y sombría pero era difícil notar su presencia de calor entre tanta miseria y cobardía.

Era tortuosa la paciencia que llegaba a tener Barco con el chico que tenia al frente, perdonarle tanto y culparse por no ser el amante elegido o preferido y menos perfecto. A veces deseaba escapar y no volver a verlo, pero se mentiría a si mismo si decía que no lo amaba y menos que no lo necesitaba, por que no sería más que una farza, encubierta de besos y caricias, donde no le correspondían el amor que tanto el chico decía que se merecía.

Pero no iba a hablar, se iba a callar como siempre, por que la idea de que su proposición molestara al ojisverde podía llegar a quebrarlo hasta matarlo, y dejarlo en cenizas donde ya no habrian más un "como estas amor?" y menos un "buenos dias".

Parecía loco, alterado y seguramente desquiciado pero lo amaba, tanto que era incapaz de odiarlo, era incapaz de matarlo, de matar el amor que le tenía, por que era más grande que su vida y más grande que la pasión que le transmitía.

Valentín solo esperaba un "te elegí", un "quiero pasar mi vida con vos, escaparnos y que nadie se entere", pero el más que nadie sabía que eso no pasaría, que el hombre que tenia al frente no era más que un cobarde y menos que viera al frente no lo elegiría, por que un hombre como el no iba a limitarse a tener una sola compañía, cuando podía tener las que quería sin miedo a perder al amor de su vida, por que él o ella no existía.

Pero para Barco el amor de su vida estaba al frente, el cual no le correspondia y por más besos que le brindara su piel bronceada que ya estaba marcado por unas cuantas, o miles que no tardarían en elegirlo como algo de una noche sin importarle cuanto perderían o cuanto sufrirían por querer volverlo a tener y no recibir nada más que un; "estas confundida, no te quiero en mi vida".

Por que él iba a esperarlo toda la vida, rogaría y le pediría de rodillas que lo haga parte de su vida, como su única y preferida compañía. Por que daría toda su alma con tal de pasar la eternidad sin pensar en un final o si tendrá un "buenos dias" de él, de él y nada más que de él, por que era lo único que quería y pretendía que le daría la felicidad eterna si no soñaba y realizaba su destino con el nombre de Agustín Giay en su sonrisa, con el nombre de su amante en la comisura de su anillo, que tanto quería.

...

Solo quería ser el esposo y el amor de alguien que no le correspondia.

Solo quería ser el día a día de alguien que en él no se fijaría.

De alguien que solo lo usaba para un rato y luego lo desechada, cómo una basura sin sentimientos y sin querer nada, cuando mataba y moria por algo más que un deseo de exclusivamente pocas ganas.

Solo buscaba amor donde no encontraría nada y solo se sumérjeria y se hundiría en el vacío de sus palabras, que eran igual a; nada.

- Buenos días coloradito..

Estaba perdido, estaba completamente destruido por que sin duda caería y se enredaria entre sus mentiras y no le importaría por que mientras podes probar más de morocho, haría lo que le dijiera.

Rompió su corazón muchísimas veces y él seguiría ahí, con tal de recibír lo poco que el mayor le daba.

Aun queriendo llorar y abrazarlo para tratar de recuperar su corazón, decidió mirarlo y hacerse el fuerte, como si nada hubiese pasado ni nadie se hubiese roto y menos quebrado.

- Cómo estas lindo?

Agustin le sonrió y su rostro podía sentirse calido con esa simple mueca, aunque supiera que era vacía prefirió pensar que era sincera.

Que gran modestia tenía por ver amor donde no había y fingir que era feliz cuando mentía con una sonrisa y unas palabra lindas.

Por que eso era él, mentía para ahorrar preguntas, y mentía para ahorrar sufrimiento en sus conocidos donde solo quería provocar felicidad y sin preocupar más.

Valentin era tanto y era tan poco, como sus sueños lo llevaban a todos partes, pero sus miedos lo hacian fácilmente reemplazable.

Despertar a su lado cada mañana era lo único que deseaba.

Te amo, imagina decir pero no sería más que una palabra sin fin de correspondencia, una carga.

- Te amo

Hablo mientras miraba a los ojos al chico, no iba a buscar una salida de aquellos ojos que lo fulminaban, solo iba a sincerarse con él y tratar de calmar sus ex plegarias.

- Te amo

Vuelve a decir mientras se remueve de su lugar para mirar al techo y desviar todo pensamiento con sigo mismo.

...

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¿Por qué él? | Valentin Barco x Agustín Giay | GIALEN |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora