チェス
Cerré la puerta detrás mío como otras muchas veces. Había estado durante todo el camino replanteando lo que le iba a decir. Ahora, mi actitud era una más seria y firme que se había alimentado del coraje que me había generado la situación.
Sin embargo, por desgracia, dicha rabia se deshizo casi al completo al verle ahí, parado, observando por la ventana con semblante pensativo como cada vez que llegaba a esa habitación. No podía evitar pensar que en el fondo lo hacía por algún motivo, que no me despreciaba por completo.
Seguía teniendo en mente su agarre tan inesperado en mi cadera.
Me saludó sin girarse a pesar de oír el sonido de la puerta.
—Bienvenida de nuevo, D-san.
Cogí aire y, actuando por impulso, decidí soltar mis pensamientos.
—Quiero hablarte de algo, L —intenté que mi voz no temblase.
Esta vez sí se giró alarmado. Tenía una expresión asombrada, no tan diferente de la de siempre pero sí con un pequeño aunque notorio cambio. Parece que mi anuncio le tomó por sorpresa.
—Claro, dime —contestó dándose la vuelta por completo aún sin acercarse.
Decidí aproximarme yo misma, lo suficiente como para poder hablar con él sin romper la distancia personal que consideraba necesaria en ese preciso momento.
—Me estabas poniendo a prueba, ¿verdad?
L ladeó la cabeza confuso.
—No sé de que me hablas, D-san —comentó, igual de frío que siempre.
—Lo sabes perfectamente, no te hagas el tonto.
Le miré severamente, intentando transmitirle la importancia del asunto. Su rostro, como consecuencia, manifestó una mueca más afilada sin quitar este rastro de inocencia.
—Tendrás que especificar un poco más si quieres hablarlo —su tono era mucho más duro. A pesar de ello, me mantuve firme.
—Sabías perfectamente que Light iba a darse cuenta de las horas espejo que pusiste a propósito —comencé a explicar— También sabías que, al provocarme, debido a mi frustración finalmente vería que las muertes eran falsas. Si no, ¿a qué venía el reproche de antes?
L se limitó a escucharme. Continué.
—Querías probarnos a los dos. Querías comprobar si la presencia de Light afectaba a mi capacidad deductiva y analítica.
—No te equivocas —se dignó a decir. Aunque estaba ofendida porque lo admitiese, opté por seguir hablando.
—Bien, pues creo que tampoco me equivoco al decir que estabas provocando a Light —volvió a ladear la cabeza, esta vez confuso de verdad— Sabes que Light está interesado en mí, ya sea de una forma romántica o simplemente para manipularme. Querías ponerle celoso dejándole ver como yo accedía y te permitía cogerme de la mano y de la cadera. Así, no solo implantarías una competición, sino que nada más empezarla ya tendrías ventaja.
La impotencia incrementaba según iba hablando. A pesar de estar casi segura de que estaba en lo correcto, muy en el fondo de mí deseaba que mi hipótesis fuese érronea. Que todo fuesen paranoias mías, que lo negase y que no me mintiese. Apreté los puños intentando calmar la ira y la desesperación que crecía poco a poco.
—D-san, hay una razón, créeme —fue lo único que declaró.
—No la hay, L. Y, aunque la hubiese, no sería una razón de peso —alcé mi voz más de lo que quería con una mezcla de ira y decepción— ¿Crees que ser el mejor detective del mundo te da derecho a usarme como otro de tus peones? ¿A hacer cosas que me pongan de por medio sin siquiera avisarme?
La mueca de L seguía completamente igual a pesar de estar aguantando mi riña.
—Yo sí me doy cuenta de estas cosas, L.
—Creo que estás exagerando, no entiendo porqué haces tanto alboroto. No hice nada más que cogerte de la ma-
—¡No estoy exagerándolo! —le interrumpí antes de que lo estropeara aún más— ¡No fue lo que hiciste, sino el porqué! Si yo no fuese consciente de tus intenciones podrías ilusionar a más de una persona, y eso puede hacer mucho daño.
"Sobre todo teniendo en cuenta que me ilusionaste, L. Al principio pensé que lo hacías de forma sincera y lo disfruté como tal."
Decidí guardarme eso para mí misma.
—No lo sé, D-san, sabes que no entiendo de esas cosas.
—Pues si no las entiendes, mejor no hagas nada que pueda herir a los demás, sobre todo si es alguien que está dispuesto a hacer cualquier cosa por este caso. Deberías haberme avisado de que nos ibas a poner a prueba y de que ibas a poner celoso a Light. Eso fue lo que hiciste mal.
No sabía por qué me ofendía tanto. Me enfurecía que no contase conmigo, sí, y también me enfadaba que me hubiese puesto a prueba de forma tan obvia. Incluso hasta me enfadaba haber hecho lo que él predijo. Pero hasta entonces no me lo había tomado tan mal. Probablemente el hecho de que lo admita tan fácilmente me sintió peor de lo que pensaba. Realmente me hirió todo en un conjunto, era un cúmulo de emociones.
Y quizás el haberme ilusionado lo empeoró.
—No estás orgulloso de mí; estás orgulloso de salir victorioso en lo que quiera que sea que tramas con Light, cosa de la que, aunque no quiera, soy completamente ajena.
L se limitó a tragar mi reproche. Parecía que quería decir algo, pero me dejó acabar.
—Eso último es completamente mentira, D-san.
Me quedé sorprendida ante lo que había dicho. Me callé y le mire escéptica para que continuase.
—Sí que estoy orgulloso de trabajar contigo; ya te lo he dicho, eres una detective talentosa. Sería inútil y estúpido mentirte con eso.
—¿Y no es estúpido mentirme con el resto de cosas?
Había encontrado refugio en esa declaración. No era gran cosa, pero me aliviaba saber que no me subestimaba tanto. Quizás había pasado de ser un peón a una torre, o un caballo.
Sin embargo, había algo que no me cuadraba. Aunque no me mintiese con eso, me había mentido con otras cosas.
Nos quedamos en silencio, sin saber qué decir. L no iba a responder a mi última pregunta, y yo no iba a decir nada más. Bastaría con eso por el momento.
—Creo que me voy a dormir ya.
—De acuerdo, buenas noches, D-san.
—Buenas noches.
Justo cuando iba a darme la vuelta, escuché al detective levantarse del sillón.
—Hay cosas que todavía no te puedo decir —anunció repentinamente—. Te puedo confirmar que eres más que útil en este caso, y estoy agradecido de que accedas a trabajar juntos una vez más.
Me di la vuelta para mirarle con un atisbo de esperanza en el pecho que no se dejaba ver externamente. Le encontré mirándome fijamente, estático.
—Puede que algún día te explique todo finalmente, porque hay cosas que me cuestan... Poner en orden —levanté la ceja. ¿Cómo le podía costar al mismísimo L poner en orden sus pensamientos?—. De momento, necesito que te fíes de mí.
Le juzgué duramente durante unos segundos. A pesar de creerle, para mí eran palabras vacías. Al menos hasta que las demostrara.
—Buenas noches, Ryuzaki.
Cerré la puerta de mi habitación detrás de mí.
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ʚ Deathly Love ɞ
FanfictionEl caso Kira es uno único entre el resto. Y, por eso mismo, el detective conocido como el mejor del mundo, L, está al cargo de este. Sin embargo, no está solo; D-san, una joven de carácter fuerte y perspicaz le acompaña con sus dotes analíticas. Por...