En tu nombre estoy Yo {ABO}

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Abro los ojos, la luz del sol filtrándose sobre las cortinas.

*Maldición, qué hora es*

Miro alrededor, ay diosa ¿que hice?, me incorporo y busco rápidamente mi ropa, tengo que salir de aquí, está acomodada en el sillón al final de la cama, cambiándome me percato del ruido de la regadera, supongo que Esteban está ahí, busco mi blazer pero no lo encuentro.

*¿Donde quedó?*

Poniéndome los zapatos escucho como abre la puerta saliendo y llevando solo una bata de baño, observo como camina algo despacio, sonrío para mis adentros, quizá fui muy dura, pero me jacta ser yo quién lo tiene así, su primera vez fue conmigo y me llena de orgullo.
Nos miramos y se voltea rápidamente buscando en su clóset.

Quién diría que esté momento llegaría, recuerdo que una vez molestándolo le dije que seguro quería estar debajo mío y me dijo que primero muerto, sonrío, ¿Dónde quedó ese Esteban?.

Regrese de otro país llevándome tremenda sorpresa, ya no es el niño que solía conocer.

-¿Sabes donde esta mi blazer?, No lo encuentro - pregunto.

-Un buenos días por lo menos - contesta sin girarse.

-Buen día, ahora sí, ¿Donde está? -

-No lo se- me contesta aún de espaldas.

Me pongo a buscarlo por toda la habitación, ayer ni pensé en dónde lo aventé, busco debajo de la cama, en la mesita, pero nada, camino hacia él y se gira rápidamente.

-Ya deberías irte, no quiero que mis padres se den cuenta -

-Solo lo encuentro y me voy, hazte un lado -

-Y piensas que estaría en mi clóset, ¿Como porque? -

-Bueno, no está aquí, ayer no me fijé hacia donde lo aventé, quizá esté por este lado- trato de observar pero me empuja hacia atrás

-No, aquí no está, ¿Es tan importante? Estoy seguro que tienes más -

-Por supuesto, pero no quiero dejarte algo aquí y sepan que es mío -

Tengo suficiente con habérmelo cogido como para también aguantar a sus padres o los mios atrás de mi.

-No te preocupes, si lo encuentro lo boto a la basura - se cruza de brazos

Suspiró, me voy despertando y lo que menos quiero es pelear, así que si quiere botarlo está bien, es solo una prenda de ropa, no importa.

-De acuerdo -

Camino hacia la puerta abriéndola, me giro hacia él, nos observamos un momento pero no dice nada, supongo que no es necesario, siempre estamos peleando así que de que hablaríamos, de lo bien que la pasamos solamente, sin nada más que pensar cierro la puerta y bajo las escaleras sin hacer ruido y salgo de la casa. No veo a nadie y estoy agradecida, tomo mi auto, y al salir de ahí observó en el retrovisor su ventana y la silueta en esta.

*Que hiciste jazmín*

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Han pasado dos días desde el incidente, no e vuelto a verlo. Por un momento pensé que después de lo que paso estaría atrás de mí como perro faldero, pero viendo que no es así, me alivia.

No e visto a Santiago, la culpa llega mí y sé que debo decirle, solo que tengo miedo que no quiera volver a verme, me costó mucho que aceptara salir conmigo y para que, para que lo engañara con quién se supone no soportaba.
Rayos, tengo que aceptar lo que me diga, es mi culpa por dejarme llevar y no pensar en las consecuencias.