Lucha

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Amar a otros es fácil, ves una cara bonita o un cuerpo que te excita y el "amor" florece. Sin embargo, amarse a sí mismo es mucho más difícil. Es difícil aceptarnos tal y como somos, es difícil darnos nuestro lugar, es difícil darnos espacios para estar solos y disfrutar de nuestra propia compañía. Todos sabemos que las personas pueden irse de nuestra vida cuando les plazca y romper nuestros corazones. No obstante, parece que preferimos el amor que recibimos de otras personas sobre el amor que nos damos a nosotros mismos, es como si esperáramos a recibir el amor que no podemos darnos, como si esperáramos que alguien viera en nosotros algo que ni siquiera nosotros mismos somos capaces de ver.

Ventanas: el reflejo de un alma cualquiera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora