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Era 14 de febrero.

Se despertó temprano esa mañana, aún no tenía que ir a trabajar. Pero quería hacer algo antes de ir a la Agencia.

Con algunos ingredientes que había comprado el día anterior y un tutorial de youtube se dispuso a hacer unos chocolates caseros para un Chihuahua Mafioso.

Tardó y también había fallado muchas veces, por eso mismo habló por teléfono con el presidente. Avisándole que no podría ir a trabajar esa mañana y que lo sentía mucho, Fukuzawa se lo perdonó.
Ya era más de medio día pero finalmente estaban listos los dulces. Ahora quedaba decorar el envoltorio con un listón de color celeste y marrón.

Agarró una carta que tenía guardada y la puso al lado de el regalo. Sólo faltaba llevárselo a quien le correspondía.

Todo había salido tal lo planeado, también le había pedido a Aku que lo ayude. El de pelo negro con blanco no se negó.
Ese día Akutagawa también se había llevado a casa una bolsa de chocolates caseros, eran un agradecimiento por su ayuda.

El enamorado de Atsushi  le había llevado el regalo de Dazai a Chuuya y como quería que fuera una sorpresa no le dijo nada a su amado.

Y aunque sea día festivo aún Así tenía que ir a trabajar con sus compañeros detectives. Le gustaba pasar tiempo con ellos, sobre todo molestar a Kunikida. Se irritaba rápido.

Esa tarde había llegado media hora tarde como de costumbre y también había sido regañado como de costumbre por Kunikida.

Pero algo era diferente ese día, Fukuzawa había regalado chocolates a sus trabajadores, incluso a Osamu quien no se lo esperaba.
Sus compañeros de trabajo también se habían repartido chocolates y dulces por el día especial. Pero eso le hizo acordar algo a Dazai.

Había olvidado por completo traerles algo a sus compañeros.

Preguntó a el Presidente de la Agencia si podía salir un momento fuera de el edificio para ir a comprar algo rápido y volvia. Claro esta que el permiso fue concedido siempre y cuando tenga cuidado al cruzar la calle.

Así fue, con cuidado de no hacer ningun desorden fue a una tienda para comprar cosas caras a sus amigos. El dinero se lo había sacado de hacer horas extra en la Agencia a espaldas de Kunikida.

Tenía los chocolates y postres en una bolsa de tela, le había sobrado algo de dinero, seguro que luego se compraría algunas vendas.

Cuando volvió se percató de que había una limusina negra en la calle, justo al lado de su lugar de trabajo. Ahí recordó que hace poco habían hecho una alianza con la Port Mafia, probablemente Mori quería hablar algunos asuntos y algunos de sus fieles perros lo habían acompañado.

Que mala suerte.

Cuando fue hacía las oficinas principales vio a sus compañeros haciendo una reverencia de respeto. Tal como había pensado el Jefe de la mafia del puerto estaba ahí mismo.

De mala gana dejó la bolsa en su escritorio e hizo muestra de respeto también, Fukuzawa acababa de salir de su oficina para recibir a Ogai. Ambos fueron a el despacho de el presidente.

Vio su escritorio y se percató de que ya estaba esa cantidad de informes. Sin ganas los miró e ignoró. Aproximándose a sus compañeros para darles los dulces.

-Atsushi-kun! Ten, tiene forma de tigre!

Dazai le había enseñado a su amigo el chocolate que tenía una forma de gato más que de tigre, lo aceptó de todas formas. El dulce tenía un envoltorio bastante lindo sellado con un monio violeta y amarillo.

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⏰ Última actualización: Feb 16 ⏰

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Feliz san Valentín | soukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora