Las ofrendas parte 13

7 1 0
                                    

La pequeña oruga en muy dulce y se transformara en toda una mariposa Gopis y mi amor por ti aquí perdurará.

Del «Libro los pajaritos», por la Princesa Irulan.

Es un alivio estar en movimiento después de pasar toda la tarde sentada. Se arrastra en silencio por las sombras, dejando que la oculten. A veces se pregunta cómo conseguirá cumplir la promesa a que le hizo a Serbal. Si se queda en campo abierto, no sólo la matarán, sino que las demás ofrendas se asegurarán de que sea una muerte lenta y dolorosa. Algunas veces, cuando se encuentra en el bosque, esta se imagina estando ya dentro de la pista de la Carrera, y la mera idea de que Serbal lo vea todo hace que se dirija obstinadamente, centímetro a centímetro, a algún escondite dentro del bosque.

Se para un momento y la encuentra, aunque tiene que inclinar la cabeza para asegurarse: oculta dentro de un tronco hueco, es la pintura sobre lienzo de su madre, pintada por su abuela. La pintura de ciento veinte por ochenta centímetros que le dice que nunca está sola.

Sonrío y la toma entre sus manos.

La pintura es una de las obras más fascinantes de las que su madre le heredo. Por una parte, todo es oscuro, frio e intimidante, con mucho horror: Desde el jinete que montaba un caballo blanco, parado a la orilla de la laguna y le da la espalda al espectador; con una corona de doce estrellas en la cabeza, que salió para vencer y conquistar.

La madre de Meda solía decir de manera despectiva cuando se encontraban fuera del campo de fuerza:

Las tribus de Marduk han venido a ser reinos de nuestro Señor y de Babilonia; y él reinará para siempre jamás.

Todo es de él, el primer rey en usar corona, y el gran gobernante.

Por otro lado, desde la laguna, las montañas hasta el cielo, todo es delicado y sensual. La laguna verde, la montaña que se refleja en el agua cristalina, la exquisitez con la que el velo arcoíris flota en el aire, tomando la forma de una Gopi, a la vez que parece semi ocultar el rostro de una mujer. En esa enorme delicadeza y femineidad que transmite la obra, uno se puede fijar en la extraña expresión de aquella mujer. ¿Que nos quiere decir? ¿Esta sonriendo, esta relajada? ¿Está pensando en cualquier otra cosa, ¿Se está dejando llevar. Sea como fuere sus ojos están sobre el jinete de traje blanco montado en su caballo, miran que tiene un costado de su cabeza, como herido de muerte, cuya herida mortal nunca fue curada; y se maravilló toda Babilonia en pos de la bestia.

Esta pintura no la llevara a la gira de las guerras floridas, en realidad Meda no tiene intensión de llevar ninguna otra pintura. Desde que perdió la pintura de la oruga en la destrucción de la torre de Babel, ha decidido que la herencia de su madre se encuentra más segura fuera del control de Babilonia. "La oruga ya fue destruida, no va a dejar que la Gopi sufra la misma suerte".

De pronto escucha el grito de un niño. Levanta la mirada en busca del niño, traga saliva y se pregunta quién podría ser, nadie que ella conociera se atrevía a adentrarse en el ecosistema salvaje de Marduk, aparte de Murphy y ella. ¿Acaso era algún nuevo niño que intentaba alimentarse y alimentar a su familia? Como lo había hecho ella desde pequeña. Una Gopi pasa junto a ella y, entonces, oye el grito.

Es un grito infantil, un grito de niño, y si grita de ese modo es porque necesita ayuda. Empieza a correr sabiendo que puede ser una trampa, sabiendo que los guardias de la luz pueden estar preparados para atacarla, pero no puede evitarlo. Oye otro grito agudo, aunque esta vez es su nombre:

--¡Meda, Meda!

--¡¿Krishta?! --responde, para que sepa que está cerca, preguntándose qué está haciendo él en el bosque primaveral--. La tribu de Benjamín se encuentra ya a finales de su gira por las guerras floridas, la última tribu que visitaron fue la de Judá, y eso ocurrió la mañana de aquel día y se supone que ya debería partir hacia Babilonia para terminar la gira. ¿Qué hacia Krishta en el bosque solo?

La carrera de la muerte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora