A vuestro lado a pesar de todo (Real Sociedad)

Capítulo 1: El Inicio de Todo

Nuevo año escolar nuevo inicio por fin voy a cumplir mi sueño de viajar a Donostia a estudiar la carrera de mis sueños: Periodismo deportivo, para poder llegar a ser una periodista importante y poder entrevistar a mis jugadores favoritos. Con muchos nervios e ilusión agarró mi maleta y me encaminó a la estación de Atocha para poder coger el ave que me llevaría a mí nueva vida. Cuando llego a mí asiento conecto los airpods a mi móvil y me relajo ya que me espera un largo viaje por delante.
PASADAS 5 HORAS APROXIMADAMENTE:
Ya estoy en la estación de Donostia y debo buscar a la chica con la que compartiré piso pero me encuentro más perdida que una aguja en un pajar ya que no la encontraba ni contestaba al teléfono, estaba súper agobiada hasta que me choco con una chica rubia más o menos de mi altura y con gafas.
X: ¿Estás bien? Te he visto agobiada y me imaginé que necesitarías ayuda.
Judith: Si bueno es que soy nueva aquí y estoy buscando a la chica con la que compartiré piso pero no la encuentro por ningún lado ni responde al teléfono.
X: En ese caso te ayudaré a buscarla por cierto soy María.
Judith: Yo Judith encantada.
Nos dimos dos besos y nos pusimos a buscar a Amaya, la chica con la que voy a compartir piso o mejor dicho con la que iba a compartir piso.
María: No la veo por ningún lado- La había enseñado una foto para que me pudiera ayudar a buscarla.
Judith: Espera me está llamando.
CONVERSACIÓN TELEFÓNICA
Judith: Hola Amaya ¿Donde estas?
Amaya: en casa, ¿Te pensabas que iba a compartir piso contigo? JAJAJAJAJAAJJA
FIN CONVERSACIÓN TELEFÓNICA
La colgué es una hija de puta me había hecho toda la ilusión para nada y ahora ¿que hacía yo? Sin querer empiezo a llorar.
Judith: Me ha engañado me he quedado en la calle en una ciudad que no conozco.
María: No llores mi niña mira yo vivo en un piso compartido con 5 chicas más seguro que no les importa que en vez de 5 seamos 6 además sobran 2 habitaciones más tenemos sitio de sobra para ti.
Judith: ¿De verdad? Muchísimas gracias de verdad eres increíble acabo de llegar y me has salvado muchas gracias.
La abracé con lágrimas en los ojos y las dos nos encaminamos hacia su coche que nos llevaría a su casa donde conocería a mis otras compañeras, espero llevarme bien con ellas.