Después de lavarme los dientes observo mi reflejo en el espejo del baño. Me han salido varios granos, vuelvo a tener acné. Creo que es por el estrés. Odio y odiare siempre los granos, son la cosa más fea que puede existir. No quiero granos. Pienso en explotarlos, pero se por experiencia propia que se me quitaran antes si los dejo ahí.Me visto y voy a comprar el pan. En la calle siento que la gente me mira, ven mis granos y los juzgan. Miro al suelo para tratar de esconderlos. La panadería está cerca de mi casa pero el trayecto hasta esta se me hace eterno.
- ¿Qué tal, Nolan?- Me cruzo con una vieja amiga de mis padres.
- Bien, bien.
- ¿Te han salido algunos granitos, eh? - Me dice con cara de repelús.
Hago una sonrisa forzada y me alejo de ella. Me hace sentir mal, inseguro, aunque ya lo estuviera antes ahora es peor.
Dentro de la panadería la gente sigue mirándome mal, o por lo menos esa es mi sensación. Normalmente paso desapercibido pero hoy todo el mundo está mirándome.
De vuelta a casa me cruzo con Avina, está me mira raro. Normal... Si algún día llegue a resultarle atractivo estoy seguro de que ya no. Sin embargo, en este caso me importa menos ya que no quiero volver a quedar con ella.
Al volver a casa decido que no voy a volver a salir hasta que se me quite el acné, solo saldré para cosas indispensables. De repente recibo un mensaje de que he aprobado el examen que hice el otro día, me pongo a llorar de felicidad.
Decido contarle la noticia a mi madre. Voy a la cocina y resulta que está hablando con mi padre de dinero. Interrumpir este tipo de conversaciones es incómodo pero lo que me echa atrás es mi padre. Desde el día en el que suspendí aquel examen el ambiente está tenso en casa, me siento incómodo con mi padre. Me gustaría volver a los tiempos en los que no tenía tantas preocupaciones, los tiempos en los que solo era un niño inocente jugando con sus padres.
De un momento a otro se me va el subidón del aprobado y recuerdo mi cara, lo asquerosa que está mi cara ahora mismo. Subo corriendo a mi cuarto y me pongo a llorar. Me gustaría desahogarme con alguien, abrazar a alguien, pero no se a quien. No siento que tenga la suficiente confianza con mi amigos para hacerlo y contárselo a mi madre me produce rechazo, no me entendería.
Me encantaría ir al campo para tranquilizarme ahora mismo, sin embargo, no puedo, mi padres descubrirán que no estoy en casa y no quiero que nadie descubra mi escondite, mi lugar seguro.
Así que paso al plan b, ver mis álbumes de fotos, recordar mis momentos felices. Entre foto y foto me cae alguna lagrimilla, pero termino relajandome.
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Desamparado || Relato completo
Short StoryEn algún lugar lejano, hay un reloj, un reloj que tiene una cuenta atrás que marca cuanto tiempo de vida nos queda, la única condición de este es que nosotros nunca sabremos cuánto tiempo marca. Nolan, un estudiante de 19 años, solitario, sensible...