Capitulo III Salir

23 2 2
                                    

El darse un baño y arreglarse un poco siempre la había hecho sentir mejor.
Cuando terminó de llorar decidió que esta version de ella no le gustaba y quería mejorarla, no diría que quería volver a ser la de antes porque antes tampoco sentía estar bien y las situaciones ya no eran las mismas, ahora era libre, tal vez esa libertad fue abrumadora para ella porque estaba tan acostumbrada a vivir su vida a travez de los demás que cuando fue libre no supo que hacer y no había nadie ahí para que la guiara.
Cocinó lo que le quedaba de despensa e hizo una especie de pasta seca con queso y verduras. No le tenia mucha fé al sabor pero al probarla le gustó vastante. No pudo terminarla debido al vacío qué sintió en el estómago por la nostalgia de volver a comer pasta luego de mucho tiempo. Guardo el restante en la nevera y justo cuando iba a disponerse a regresar a su habitación a dormir para olvidarse del sentimiento, decidió mejor tomar una bolsa y salir a comprar la despensa, hizo una lista con todo lo faltante, tomó una sus llaves y salió. Cerro su puerta lentamente, pensando en que sería bueno quedarse y no salir de la pequeña seguridad que le otorgaba aquella solitaria habitación. Cerro los ojos, dio un largo suspiro y luego emprendió su viaje al super. Esperando en la parada de autobuses.
La primer semana que llego su estado de ánimo era alegre y viajaba de aquí a haya, conociendo los lugares que se padre le había contado muchas veces. Pero luego un día simplemente despertó y se sintió abrumada, ansiosa y triste. Los pensamientos de suicidio eran recurrentes pero ella era demasiado cobarde para hacerlo. Aun así se estaba dejando morir lentamente.

Luego de un rato esperando abordo el bus. Recargo su cabeza en el vidrio de la ventana y cerro los ojos quedándose dormida. Despertó gracias a una señora que le informo que habían llegado al final del camino. Le agradeció amablemente mientras internamente maldecia una y otra vez el quedarse dormida. Bajo del autobús y reviso su google maps para ver a que distancia estaba. Al levantar la vista de su teléfono al otro lado de la calle vio una librería con un anuncio de empleo. Después de dudarlo un poco cruzó la calle y entró. Lo primero que vio al entrar fue una frase pintada en la pared con letras grandes que decía lo siguiente: “Las manchas en los libros también son historias" Lo segundo que vio fue el mostrador de la librería al cuál se acercó a pedir informes.

—Hola buenas tardes ¿Buscabas un libro en especial? También tenemos servicio de cafetería el menú está detrás de mi —habló un chico alto de ojos azules y cabello rubio.
—Venia más bien por el anuncio de la vacante.
—Permiteme un momento, llamaré al dueño de la librería.
—Gracias.

—Hola buenas tardes. Soy Harry —Se saludaron de aun apretón de manos. —¿Traes alguna solicitud de empleo?
—No, la verdad es que no estaba en busca de un trabajo pero vi la vacante y me interesó.
—Esta bien. El trabajo es de 8:00 a 5:00 de la tarde y la paga es de 130 libras a la semana ¿Te interesa el trabajo? —Asiento —¿Puedes llenar esta hoja? Si gustas puedes sentarte en cualquier mesa —No esperaba llegar tan lejos, solo iba a entrar a pedir informes y saldría de nuevo, si el trabajo le interesaba regresaría mañana a dejar una solicitud de empleo
—Si, gracias
—Me avisas cuando termines.
La hoja era una solicitud de empleo que no tardó en llenar.
—Listo, se acercó al mostrador a dejar la hoja
—Bien, Julieta Fiore —tartamudeo un poco con su apellido —¿Eres de Reino Unido?
—Tengo la nacionalidad por parte de mi padre pero nací y crecí en Italia.
—Muy bello país.
—Gracias
—Te llamaremos ante cualquier posible respuesta.
—Muchas gracias

Salio de la tienda sintiéndose un poco más liberada, no sabia que iba a pasar mañana, si la iban a contratar o siquiera si llegaría sana y salva a su departamento, lo único que tenia certeza es que estaría bien, el camino seguiría siendo difícil y tal vez solitario pero aprendería a enfrentarlo con valentía y fuerza. La ventaja de tocar fondo es que siempre puedes volver a la superficie porque ya no puedes caer más

Un Minuto de Soledad Infinita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora