Capítulo 5 ― Cambio de planes ―

26 2 15
                                    


Pasaron unos días, y los árboles empezaron a teñir toda la universidad de colores cálidos, aunque el tiempo que acompañaba la estación no tuviese nada que ver.

Era sábado. Estaba en mi habitación haciendo los trabajos de la siguiente semana para quitarme todos los que pudiera. Felicity y Madeleine se fueron a Londres, a la casa de Sebastian, y aunque me ofrecieron ir, preferí aprovechar el tiempo que tenía para mí sola. Cuando compartes cuarto en una universidad, apenas tienes tiempo para ti, así que vi una oportunidad.

Apenas era de noche cuando acabé los trabajos, y decidí salir a correr para despejarme. Tenía los hombros agarrotados de las horas que estuve en el escritorio. Me cambié el pijama por un conjunto deportivo y una sudadera para no pasar frío cuando mi móvil empezó a sonar en la habitación.

― Olivia, ¿Dónde te has metido? Te he estado enviando mensajes toda la tarde.

― Perdona Felicity, estaba acabando los trabajos de la semana que viene y dejé el móvil en silencio.

― Lizzy déjala, es la responsable del grupo. No la culpes. ― Dijo Madeleine. Pero parecía estar lejos. Debo de estar en altavoz.

— ¡Olivia, prepárate que vamos a buscarte! ― Ethan gritó.

― ¿Qué?

― ¡Que te prepares que te vamos a buscar! ― Siguió gritando.

― ¡Ethan! ¡Si quieres hablar con Olivia acércate y deja de gritar! ― Le respondió Felicity.

― ¡Deja de gritarme Lizzie!

― Chicos, sigo aquí.

― Perdona Olivia. Ethan y James tienen partido esta noche, y vamos a ir a verles. Ellos tienen que estar antes para prepararse, calentar y eso. Pero nos pasaremos por la habitación para ir juntas caminando hasta el estadio de fútbol.

¿Ha dicho caminando? ¿Dónde se supone que está ese campo de fútbol?

― ¿Caminando? ― Pregunté sin entender nada.

― Sí, está a unos veinte minutos. ¿No sabías que la universidad tiene un estadio de fútbol? ― Dice Felicity como si eso fuera lo más normal del mundo. ― A las ocho estamos ahí.

Podría decirles que no me apetecía y que preferiría quedarme en casa con la excusa de hacer trabajos, pero esa excusa ya no me sirve, y no se me ocurre ninguna otra.

― Vale, pues nos vemos ahora supongo.

― ¡Bien Olivia! ― Volvió a gritar Ethan.

― ¡Deja de gritar Ethan, por el amor de Dios! ― Madeleine gritó y se escucharon unas risas de fondo.

― Hasta ahora, Olivia. ― Dijo Felicity para después colgar.

Mi plan para esta noche era salir a correr, darme una ducha, cenar una pizza que cogí esta tarde de la cafetería y ver películas. Probablemente las de Crepúsculo, acompañan con el tiempo y es tradición. Pero ahora mi plan es ir a un partido de fútbol. Genial.

Miré la hora en mi móvil. Las seis. Tenía tiempo de sobras para correr un rato. Hace tiempo que quería salir a correr por aquí, seguro que me encontraba algo interesante por ver o conocer. Antes de guardar el móvil me puse mi playlist y salí trotando. El atardecer empezaba a asomarse por el lago, tiñéndose de un tono anaranjado precioso. Debajo de mis pies se escuchaban algunas hojas crujiendo. Pasé las facultades de mi derecha y me adentré en lo que parecía un bosque con un camino. No estaba muy marcado, por lo que no muchas personas vienen por aquí.

Hechos De OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora