Esta ya es la tercera reencarnación de nuestro protagonista y nuevamente tendrá que empezar de cero.
El, junto a su pareja, se ven envueltos en situaciones de la historia del mundo de "Padre, no quiero casarme" a pesar de no querer involucrarse.
Per...
En mi primera vida era conocido como uno de los artistas marciales más fuertes y despiadados de todo los tiempos, como también era un líder y maestro de un séquito de fieles seguidores y aprendices.
En ese mundo quien fuera el más fuerte y el más hábil era el que mandaba, y gracias a ese título me gané muchos enemigos que querían derrotarme.
Y en una emboscada fui traicionado, pero no derrotado.
Me quité la vida antes de que la tomaran.
No era mi intención morir en ese entonces pero ellos me obligaron a cometer tal acto, sabía que si alguno de ellos me mataba se quedaría con el título del más fuerte.
Pero ninguno de ellos era digno de matarme así que no les di la oportunidad.
Esperaba irme al infierno o a donde sea que vaya las almas después de la muerte, pero...
Había despertado en otro mundo, con otra cara y otro nombre.
Era mi segunda vida y me convertí en un hombre común y corriente en una ciudad donde se dependía del dinero y el trabajo para vivir una vida decente.
No fue fácil ya que todo era nuevo y diferente, el mundo no se dictaba por reglas estrictas y no había artes marciales, peleas y no existían los enemigos acechando, solo retos y dificultades.
Y como estaba harto de derramar sangre por motivos egoístas me convertí en un doctor, en lugar de quitar vidas me dediqué a salvar vidas.
Me convertí en un médico reconocido, pero nunca deje de lado las artes marciales.
Un día y de la nada había muerto por un aparente ataque cardiaco, sentía como si alguien apuñalara mi pecho con una daga, pero estaba solo ese día y nunca sentí a nadie acechándome.
