And you turn back to me smiling
I'm helpless
(Look into your eyes, and the skys the limit)
I'm helpless
(Down for the count, and I'm drownin' in 'em)
Helpless
that boy is mine, that boy is mine
Look into your eyes, and the sky's the limit
I'm helpless
Down for the count, and I'm drownin' in 'em.
Helpless; Hamilton: An American Musical.
ELIZABETH:Tengo un presentimiento extraño.
Pero no uno malo, uno bueno.
Es como una emoción que siento en mi pecho, pero no sé cómo describirlo.
Al levantarme, noto que Vanessa ha estado actuando de manera extraña y nerviosa y eso es raro.
No le doy tanta importancia aún, así que me cambio como todos los días y hago la misma rutina para dirigirme hacia el trabajo.
El día no estuvo tan pesado, de igual manera, solo tenía turno en la mañana y el resto de la tarde libre, por lo que podría cocinar algo en casa y verme una película con Mandarina antes de salir con Charles.
Y eso hice, llegué a casa pero Vane no estaba en ningún lado.
Raro, ella siempre me avisaba si salía o si se demoraba, y lo mismo yo, era una costumbre que teníamos las dos en caso de cualquier emergencia.
No me cambio la ropa del uniforme y me preparo un pedazo de carne, con arroz y papa, junto con una gaseosa que compré en el camino.
Me senté en el sofá luego de darle la comida a Mandarina y me estaba viendo una película mientras almorzaba y sin querer en algún momento me quedé dormida.
Me desperté inmediatamente con el sonido de mi teléfono, notificando un mensaje.
Abrí mis ojos con sorpresa al darme cuenta de la hora que era, solamente me quedaba una hora y media para mi cita con Charles.
¡¿Tanto tiempo dormí?!
Corro hacia la ducha e intento hacer todo sin distraerme demasiado.
Luego me puse un vestido blanco que parecía de seda por los diseños de la tela, me llegaba por las rodillas y era de tirantes. Junto con el vestido me puse unos tenis blancos.
Es que luego se me cansan los pies si ando en tacones.
En el cabello me lo sequé y cepillé, dejándolo al natural, excepto por un pequeño lazo blanco que me puse en la parte de atrás, recogiendo unos pequeños mechones de cabello.
Me senté en la silla del tocador y me empecé a maquillar, no me hice muchas cosas, solo me eché algo de rubor en las mejillas y en la punta de mi nariz, iluminador, polvo de hadas y pestañina, con los labios de un color rosa claro.
Miro la hora y me doy cuenta de que terminé justo a tiempo antes de la hora que había acordado con Charles a la cual él me vendría a buscar.
Él llega unos minutos después, vistiendo un traje y una gran sonrisa, aunque se le notaba nervioso por alguna razón.
-Te ves muy linda, Ellie.-
-Tú también te ves muy guapo, Charles.- Respondo dándole un beso en la mejilla.
Después de que bajaramos el ascensor, él me abre la puerta del auto y me siento observándolo dar la vuelta para sentarse en su lado.
-Antes de irnos, necesito que me hagas un favor.- Habla mientras lo miro confundida.
-¿Qué favor?-
-Necesito que te pongas esto en los ojos.- Habla mostrándome una venda.
-¿Para qué?- Digo tomando el objeto en mis manos.
-Es parte de la sorpresa.- Dice dándome un guiño.
Sonrío un poco y me pongo la venda, tapándome los ojos con cuidado.
Luego de un momento siento como él toma mi mano y empieza a conducir.
Después de cómo unos 20 minutos de camino, llegamos al lugar, escucho como él sale del auto y luego abre la puerta de mi lado, dándome la mano.
-Si me caigo es tu culpa, ¿De acuerdo?- Hablo mientras me sostengo de él con miedo a caerme y romperme un pie.
-Jamás te dejaría caer, Ellie.-
Después de que él dijera esas palabras, sentí como mi corazón daba un vuelco.
Empezamos a caminar, él guiándonos hacia el destino y yo agarrada a él con los ojos vendados mientras se burlaba de mí.
Al parecer llegamos a donde sería nuestra cita y él me indica que espere un momento lo cual hago.
Después de unos minutos escucho como vuelve y me dice que me quite la venda. Lo hago con cuidado y antes de quitarla por completo cierro los ojos y al abrirlos parpadeo intentando acostumbrarme a la luz.
Cuando eso ocurre no puedo creer lo que veo.
Charles está parado frente a mí, sosteniendo un gran ramo de rosas rojas, sonriendo nervioso. Atras de él había un mantel y comida, estilo picnic, y encima de eso había unas letras de esas que tienen luces, completando una frase que me deja con la boca abierta.
“¿Puedo ser tu novio?”
Dirijo mi mirada hacia Charles y él se aclara la garganta antes de empezar a hablar.
-Ellie, no sé si tardé demasiado en decirte esto, pero intentaré ser lo más breve posible, ¿Sí?-
Asiento y lo dejo seguir hablando.
-Adoro como sonríes y como se te achinan los ojos al hacerlo, adoro los hoyuelos que se forman en tus mejillas al hablar o hacer un mínimo gesto, adoro tanto la manera en la que aprecias hasta las cosas más pequeñas: los atardeceres, el olor del café, el color rosa, el cocinar. Me encanta la forma en que hablas de las cosas que amas e incluso cuando eres algo torpe hace que me encantes aún más.-
Lo último me hace sonreír y escucho cómo sigue hablando.
-Llevo enamorado de ti desde el momento en que me permitiste conocerte, he querido esperar más tiempo para poder hacer las cosas bien contigo, pero créeme que no me aguanto las ganas de besarte todo el tiempo, de tomar tu mano y no soltarla, de invitarte a salir y no solo como amigos, de poder despertar a tu lado porque la noche anterior vimos películas, de cocinar contigo y hacer muchas más cosas, pero contigo, porque solo contigo he encontrado paz y calma.-
Suelta un suspiro y se acerca aún más quedando frente a mí.
-De está manera, te pregunto a ti, Elizabeth Sofía Evans, ¿Puedo ser tu novio?-
Voy a llorar, primer aviso.
-Ay, Charles, por supuesto que quiero ser tu novia, nada me haría más feliz que eso.- Después de decir eso lo tomo de las mejillas y le doy un beso en los labios, mientras él pasa las manos por mi cintura, manteniendo el ramo en una mano.
Cuando nos separamos del beso nos quedamos mirando con una sonrisa y él me da otro pequeño beso en los labios. Y otro, y otro, y otro alrededor de mi cara haciéndome reír.
Me entrega el ramo y caminamos de la mano hacia la manta de picnic, donde comimos algo de fresas y demás y charlamos en medio de besos, para finalmente acostarnos abrazados, mirando las estrellas en el cielo junto a la gran luna llena.
En la noche del 3 de febrero del 2024, Charles Cooper y yo, Elizabeth Evans, nos hicimos novios.
LLORO BRILLITOS
Qué opinan del capítulo?
Se suponia que se iba a subir el 14 que era San Valentín, pero hubo problemitas de organización, pero mejor tarde que nunca.
Se hicieron novios en el capítulo 25, mi número favorito, el cual fue el día que nací y mi año de promoción (2025) Así que todo estaba fríamente calculado.
No olviden dejar sus votos y comentarios.
Besitos, Danna.
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El Café Del Amor
RomanceElizabeth Evans tenía una vida normal, trabajaba en una cafetería, era empleada del mes, tenía un gato, escuchaba a Taylor Swift y todo iba con tranquilidad, claro, hasta que llega él. Charles Cooper, un empresario exitoso que estaba de visita en la...