+18 capitulo 44

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Hayden perdió su control por una milésima de segundos, el color en sus ojos se oscureció, eso bastó para que una oleada de feromonas impregne el cuerpo de Maximiliano. Sin saber que causaría una enorme ola de calor en el alfa que se trago con alegría todo ese olor.

—Max...—Mordió sus labios.

¡Mierda, es tan difícil el poder respirar y mantener mi mente clara! ¿Dónde quedó todo mi esfuerzo para evitar algo como esto? Podría hacerlo mío en este momento, ¿Por qué perder una gran oportunidad? Pero, ¿en qué me convertiría eso? No quiero hacerle daño, no me lo podría perdonar, nunca.

—Vamos, vete...por favor.—Suplicó con un ardor en su garganta, tenía mucha sed, pero no precisamente de agua.

Hayden aprieta sus puños, al llevar guantes no logra que las uñas se incrusten en la piel, [el señor Night, se los puso para que no se lastime]

Él deseaba meter sus uñas en su piel para mantenerse despierto, quiere mantener su racionalidad, las feromonas de Maximiliano están por todo ese pequeño espacio y sin una pequeña ventilación por lo que el aroma está inundado todo esa habitación cerrada.

‹¿Dulce? Maximiliano está soltado su olor sin darse cuenta, es un olor muy dulce, se vuelve cada vez más delicioso con el pasar de los segundos. Mi cuerpo se va excitado de una manera abrumadora y febril más de lo que ya estaba anteriormente.

Tragarme sus feromonas fue como ingerir algún tipo de droga, no, es algo más satisfactorio que eso. Al punto en que mis ojos se dilatan y todo a mi alrededor gira de una manera anormal, pero cuando enfoco mi mirada en esos ojos celeste, todo se vuelve deslumbrante y hermoso logrado que mi corazón enloquezca.› Era lo que estaba ocurriendo en la mente de Hayden.

—¿Te gusta sacarme de quiso?—Preguntó sin la intención de irse por más que Hayden, le supliqué.—¿Lo disfrutas?

Ese olor a hierro casi como oler la sangre provenía de Hayden, era un aroma tan fuerte que al principio mi naríz ardía, creí que iba a tener una hemorragia nasal, sin embargo, mi cuerpo termino adaptandose placenteramente a su aroma.

Olerlo es como oler o ingerir sangre, el señor Night no estaba exagerado, son las feromonas más violetas y poderosas que he inhalado y en vez de repudiar ese aroma a hierro, mí ser me grita que lo siga inhalado cómo si de un adicto se tratará, es el olor más dulce y agradable que puede existir.

No puedo explicarlo pero es como si todo de mí estuvo esperando por este momento, quiero inhalar cada esencia soltada por él. Marcar todo su cuerpo con mis manos, boca.

——Hueles tan bien—Ese celeste se volvió azul negro.—Delicioso—Lame el cuello de Hayden.

Hayden se estremeció al escuchar como Maximiliano, asegurá que disfruta oler su olor, eso provocó que un nudo se creará en su garganta y sus ojos ardiera. Era su manera de expresar que eso le hizo feliz, tanto que fue abrumador y ese nudo en su garganta no le dejaba llorar.

—Tan delicioso.——¿Por qué hace tanto calor? Es como si estuviera en un pequeño espacio frente a múltiples chimeneas con las llamas al máximo, una hoguera.

Maximiliano aflojó por completo su corbata, luego desabrocho tres botones de su camisa blanca, la cual esta empezando a humedecerse por las gotas deslizándose por su cuello y toda la espalda.

—Tu piel me quema.—De igual manera seguía acariciando la piel de Hayden.

Fue en ese instante en que Hayden comprendió lo que estaba pasando, a pesar en el estado que se encontraba. Maximiliano está apunto de entrar en su rut, [celo] de ahí ese dulce olor que penetraba cada célula de su ser y le grita que lo haga suyo, que haga suyo ese caliente alfa.

Rosa sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora