Estaba sentado en la cama de sensei le dije que lo haríamos no sé porque lo dije...pensé que si no lo hacía me odiaría.
Iba a hacerlo con sensei, nos estábamos desvistiendo, eso era vergonzoso me miraba con una rara expresión llena de alegría. ¿Por qué tan feliz? ¿Hacerlo dolería? ¿Qué pasara después? Empecé a temblar.
Sensei me miro con una expresión de tristeza, se quedo en silencio y empezó a arreglar mi ropa... noto lo asustado que estaba. Lo detuve y comencé a besarle su cuello, deje una marca y me aleje un poco. Me empecé a quitar la ropa lentamente.
-Ritsu si no quieres no...-lo detuve colocándome arriba de él tomando sus manos colocándolas en mi trasero apretando un poco para que el también lo hiciera-
-sensei, si usted quiere...hagámoslo ahora- dije con voz excitada, no sé lo que me pasaba-
-prometo que seré gentil, si duele dime que pare y listo ¿ok?- al decir eso me beso masajeando mi trasero-
-ok-
No sabía lo que pasaría, tal vez era muy pronto, pero no había vuelta atrás y eso asustaba.
Los dos quedamos solo en bóxers. Me recosté en la cama y sensei se acerco a mí revisando debajo de la única prenda que quedaba. Temblé un poco al sentirlo pero me calme, me comenzó a masturbar mientras me besaba... Que otra persona lo hiciera era raro.
Solté un ¿gemido? Sensei me quedo mirando, pero no paraba de hacer su trabajo.
Me corrí en su mano, no quería hacerlo...era vergonzoso. Sentí como me comenzó a quitar el bóxer.
-sensei que hace-
-esto me estorba- me lo quito y introdujo un dedo dentro de mi-
-¡¡NO!!-comencé a retorcerme- ¡sáquelo ahora!-
-tranquilo mi amor ya pasara- introdujo otro dedo-
- no me gusta... duele ¡no quiero!- era extraño, pero eso dolía en serio me arrepentí-
Sensei no me hacía caso solamente me besaba la cara y el cuello para tranquilizarme.
-no te muevas o dolerá- le hice caso intente estar lo más quieto posible pero no pasaba nada- sentí otra invasión ya van 3-
Comenzó a mover sus dedos dentro de mí, era demasiado dolor, sensei sonreía estaba muy feliz, yo sufría. Sabía que era lo que seguía él me lo explico, iba a entrar en mi. No quería, no estaba preparado, dolería demasiado.
-¿ahora no duele?- me pregunto con una sonrisa en la cara-
-No...-mentí él estaba muy feliz y no quería arruinarlo-
-¿entonces puedo entrar?-esa frase me dio escalofríos, me asuste-
-c-claro - ...y me sigo preguntando... ¿Por qué respondí eso?-
Sensei quito sus dedos, es dolor se fue por unos segundos pero venia lo peor, sensei entro en mi rápidamente, haciéndome lanzar un grito. Me miro preocupado.
-¿estás bien?
-s-si-
Él siguió con su trabajo de moverse dentro de mí, me retorcía pero intentaba que no se notara. Cuando sentí que se daría cuenta, Comencé a crear...gemidos falsos, el solo sonrío y me beso avanzando más rápido. Sensei lanzaba suspiros mientras yo creaba gemidos.
-sen-sei lo amo- empecé a llorar-
Él estaba con los ojos cerrados por lo cual no noto mis lágrimas. Abrió mis piernas empezó a ir más rápido.
-por favor gime mi nombre- tenía su cabeza en mi hombro susurrándome al oído-
-ma...samune...-dije con dificultad-
Al decirlo se corrió dentro de mí, aparte de romperme por dentro sentía esa sustancia que ahora parecía acido dentro de mí.
-eso fue fantástico mi amor- me beso yo tenía los ojos cerrados tratando de aliviar el dolor
-amor no te corriste, ¿no fue suficiente? ¿Quieres otra ronda?- me dijo con cara pervertida-
-lo mire asustado pero un sonido me salvo, tocaron el timbre-
-tks...espérame aquí mi amor...-salió de mi se coloco sus pantalones una polera y fue a ver-
-sensei-dije susurrando-...me duele...