1.¿ Problema ?

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Desde pequeña, había sufrido agresiones por mi aspecto físico, me molestaba ser la típica niña rellena, con lentes y frenos. Todos mis compañeros de clases me molestaron practicamente toda la primaria por lo que ya se me hacía usual que la gente se burlara de mi. A pesar de tener una amiga la cual siempre me subía el animo, diciendo que mis ojos celestes eran hermosos, no era suficiente para mí. Yo quería que no solo ella me lo dijera, no quería seguir sintiendome un asco por el resto de mi vida, no quería sufrir más humillaciones ni ser tratada como un monstruo por todos.

Tuve muchos cambios de colegio a raíz del abuso por parte de mis compañeros. Lo que afectó a mi aprendizaje y fuí creando ciertos problemas al hablar, mi pronunciación de las letras ''S'' era pésima, a tal punto que sonaba como ''Z'', por lo que las burlas aumentaron. 

Esto me afecto aún más cuando conocí a un chico en octavo año de primaria, era el típico chico popular, su sonrisa perfecta, su mirada penetrante, todo en el era perfecto, pero tenía el mismo complejo que todos, la superficialidad. Nunca me sentí preparada ni tomé valor suficiente como para confesarle lo que pensaba y de alguna forma sentía.  Solo una vez me hablo, y lo recuerdo claramente, fue para que le cuidara sus cosas mientrás él iba a practicar fútbol, yo en un principio me negué pero me sonrió tan tiernamente que no me pude resistir. Después de que terminó su práctica, me asomé al baño de hombres para ver que era lo que hablaban. Ahí mi corazón se destrozo completamente y las casi nulas posibilidades que me imaginaba, se desvanecieron. Sus amigos le preguntaban que pensaba sobre la obesa celulítica llena de acné, a lo que el aclaró que no sentía nada obviamente pero que yo le agradaba. Sin embargo sus amigos le decían que si acaso seguiría hablando conmigo, a lo que él respondió que no, ya que eso afectaría a su popularidad. En ese momento el mundo se me vino abajo. El escuchar a los chicos más guapos del instituto decir que yo era asquerosa, que era horrible, repugnante, etc. Hizo de alguna u otra forma que algo cambiara en mi, en ese momento, sólo pensé en mis dos posibilidades, llegar a mi hogar y llorar, seguir con todo esto, seguir con los insultos y con que me pasaran a llevar, o hacer algo, realizar algo tan grande y hacer que se tragaran sus propias palabras. La verdad es que el primer mes realize mi primera opción, pero luego, luego todo cambió, ya no quería ser tratada como la chica fea. Quería ser lo contrario a eso y estaría a punto de trabajarlo.

Un trabajo duro, que costaría demasiado, pero daría satisfacción. Lo primero que hice después del primer mes de lloriqueo fue decirle a mi madre que me retirara del instituto en el que estudiaba, ya no aguantaba a esas personas tan hirientes. Cuando mi madre me dijo que ya todo estaba listo, que ya estaba oficialmente fuera, comencé con mi discurso delante de mi antiguos compañeros.

''Gracias por ser unos idiotas todo este tiempo, por ser las más miserables personas que puedan existir en este mundo. Por hacerme sentir asqueada no solo de ustedes, sino que de mi misma, de hacerme dudar de quién era, de pensar en todo lo que hacía. Pero también les agradezco por esto, sin todos sus insultos, sin toda su palabrería hacia mi y sobre mi, yo no hubiera podido elegir esto, no hubiera podido siquiera pensar en este cambio. Gracias Austin por destruir la casi nula esperanza que tenía en tí, ''no me juntaré con ella porque afectaría mi popularidad'', ¿tánto te importa la aprobación del resto?, ¿de que te digan cada 5 minutos que eres lindo?, dejame decirte que si es así, eres una mierda. Adiós mis queridos compañeros, ojalá se pudran en el infierno, nos volverémos a ver, pero ese momento será muy distinto a todo esto.''

Entre lágrimas, salí del salón de clases, recordando la expresión de Austin, el chico popular del que relate cuando lo nombré y dije lo que pensaba, recordé su expresión de indiferencia y su mirada me transmitía un ''lo siento'' . Gracias a dios que mi mamá esperaba por mi afuera, así que salí del colegio y me subí al automóvil. Ella me hacía muchas preguntas sobre qué había pasado, o del por qué lloraba, etc. No le respondí nada, solo le dije ''estoy bien''. 

Dentro de poco, comenzaría el cambio. Estoy decidida. Nunca más dejaré que me pasen a llevar... y sobre todo. No volveré a ser la misma....

My secret followerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora