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快適

—Y luego está lo de Naomi Misora...

Miré alarmada a L, prestando atención por primera vez en todo lo que llevábamos de reunión con el resto de agentes. Era la primera vez que escuchaba ese nombre en bastante tiempo, y me sorprendía oírlo salir de la boca de L.

—¿Naomi? ¿Qué pasó con ella?

L, como si recién se diese cuenta de que estaba ahí con ellos, me miró tan sorprendido como yo.

—¿No te lo conté?

Negué con la cabeza, temiendo lo peor.

Naomi y yo habíamos sido buenas compañeras. Apenas habíamos colaborado un par de veces, y en todas ellas estaba el famoso detective de por medio, pero la admiraba mucho. Me fascinaba lo inteligente y fuerte que era, e incluso la llegué a considerar una figura a la que seguir.

—Actualmente Naomi Misora se encuentra desaparecida —declaró L con la misma expresión fría de siempre.

Noté mi corazón pararse durante una milésima de segundo. Asustada, enredé la tela de mi pantalón entre mis dedos intentando calmar la inquietud de mi pecho que iba incrementando por instantes, aún sin apartar la mirada de L. Teniendo en cuenta que hay un asesino capaz de matar a cualquiera que se interponga en su camino, podría pasarle lo peor.

—Sé que esto puede resultarte chocante, D-san, me apena no habértelo dicho antes —comentó con total calma—. Sus padres intentaron llamarla, pero la primera vez respondió que necesitaba tiempo, y de la segunda en adelante ni siquiera descolgó el teléfono. Sospecho que está intentando descubrir quién es Kira.

Intenté recuperar mi compostura dejando escapar un suspiro. Agarré mi antebrazo apretándolo con lo que quizás fuese demasiada fuerza, intentando traspasar mi dolor desde mi pecho a dicha zona.

—Muchas gracias por contármelo, Ryuzaki —declaré consiguiendo que mi voz no temblase— Continúa, por favor.

L volvió a dirigir la mirada a los policías haciendo caso a mis palabras. Si antes me costaba prestar atención, después de la noticia me iba a costar mucho más. Aunque L sospeche que está trabajando en el caso Kira por su cuenta, el hecho de que esté desaparecida da mucho que pensar. No es el tipo de persona que hace esas cosas.

Desconecté del entorno que me rodeaba y me perdí en mis pensamientos. Mi mente iba a mil por hora intentando tranquilizarme buscando posibles respuestas a su desaparición.

Repentinamente, una voz familiar me llevó de vuelta al cuartel.

—¡Ryuzaki! —exclamó Watari entrando a la habitación exaltado.

—¿Qué ocurre? —contestó L.

—En Sakura TV está ocurriendo algo... Interesante —informó cogiendo el mando de la televisión y encendiendo esta.

A la vez que se encendía el televisor apareció un hombre sentado junto a una pantalla. Dicha pantalla mostraba un mensaje algo peculiar:

"Un mensaje de parte de Kira: las cuatro cintas."

Me incliné hacia delante alertada por el programa. Mis compañeros parecían igual de confusos que yo.

—Lo que significa que somos rehenes de Kira pero, al mismo tiempo, nuestra misión como informadores nos obliga a emitirlo —empezó a narrar el presentador— Queremos dejar constancia de que esto no es ninguna broma ni mostramos las cintas por interés propio.

—¿Rehenes de Kira? ¿De qué habla? —exclamaron Matsuda y Aizawa, los dos policías que me transmitían más confianza.

Escuché atenta a la explicación del presentador. Al parecer, la primera cinta que les había llegado trataba de un aviso sobre la fecha exacta de la muerte de dos criminales, cosa que se cumplió. Por lo tanto, decían que el dueño de las cintas era Kira.

ʚ Deathly Love ɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora