Uno de los guardaespaldas identifica de inmediato a un chico con un arma de asalto disparando al azar. Sin titubear corre tras el muchacho y con todo el peso de su cuerpo lo hace caer de cara contra el piso. Mientras el chico forcejea por liberarse, el guardia con gran agilidad le arranca el arma de las manos.
Dos adolescentes corpulentos que se encuentran cerca, casi por instinto se lanzan a ayudar al hombre a reducir aquel chico. El público hace un círculo alrededor de la escena y toda la fiesta se convierte en un espectáculo policial.
—¡MUERANSE HIJOS DE SU PUTA MADRE!
Todos abuchean por la palabrota.
Macky toma el micrófono y con furia le reclama su intento por sabotear su fiesta—¿Le estabas disparando a mi público? Porque si le estabas disparando a mi público ¡Yo misma voy a bajar a arrancarte las PELOTAS!
Sofi inclina el micrófono hacia ella para hablar con el muchacho—¿Por qué le disparas a la gente? No le puedes disparar porque si les disparas, pueden morir.
—CALLATE PERRA IDIOTA. ¡TU PUTA VOZ ES INSOPORTABLE!
Kat decide tomar control de la situación, le arrebata el micrófono a su compañera y con firmeza se dirige al muchacho—¡Escúchame vos! ¿Qué te pasa? Loco de mierda.
—Estuve planeando esto por mucho tiempo, todos los que me hicieron sufrir, lo van a pagar.
Sofi se inclina al micrófono y agrega —¡Pero nos estábamos divirtiendo! ¿No podrías haber esperado hasta que empezaran las clases?
—Me vale verga, su estúpida fiestita.
—¿Cómo te llamas?
—Es Gabriel, el rarito del 5to B. —Dice Macky. Kat esta vez se dirige a él con una actitud más amable. —¿Quieres subir un momento? ¿Gaby?
Todos voltean a ver a la muchacha y se le quedan mirando, absortos.
—Suéltenlo. — Dejan libre al chico sin sacarles los ojos de encima. Su espíritu iracundo se anula por la vergüenza y la incomodidad que siente al ver que está desarmado y todos lo están mirando, el murmullo se hace más alto pero esta vez solo para juzgar a Kat.
—¿Cómo lo va a hacer subir?
—¡Está loca!
Kat hace caso omiso a los murmullos e insiste—¡Anda! Sube.
Gabriel no tiene el valor para huir y quiere alejarse lo más pronto posible de la multitud, al final solo obedece a la voz del micrófono. El sube a las escaleras del escenario con cientos de ojos observándolo de lejos.
Kat lo saluda con un beso en la mejilla y se presenta, simpática, como si fuese cualquier persona que acaba de conocer en la escuela y no el asesino que acaba de tirotear un salón lleno de personas—Hola, soy Katherine. ¿Cuál es tu nombre?
—Soy Gabriel. —Responde confundido.
—Escúchame Gaby, no puedes venir a una fiesta y matar a las personas. Arruinas la diversión de todos.
Cris suspira hastiado y se lleva una mano a la cara —Esta idiota se supera cada día.
—Lo sé. —Responde Gaby.
—¿Por qué lo hiciste?
—Estoy enojado.
—¿Con quién?
—¡Con ellos!
Gaby señala a un grupo de chicos fortachones que tenían la remera de rugby de la escuela
—¿Todos ellos te molestaban?
—¡Solo Máximo Hotchner y su grupo! Pero los demás se reían y los adultos no hacían nada.
—¿Dónde está Máximo Hotchner? —
—¡Soy yo! —Responde Máximo alardeando entre su grupo de amigos.
—¡Ven, sube al escenario!
Máximo lleva toda su prominente presencia al escenario. Sus amigos le victorean desde abajo mientras Kat lo entrevista.
—¿Por qué molestas a Gaby?
—Porque es un estúpido que le gustan las monas chinas, huele mal, se traba al hablar y tiene joroba. Además ¡Míralo¡, su cara se pone roja y tiene cachetes grandes, ¡como el culo de un Mandril!
—¡Al menos yo no golpeo mi cabeza contra la pared mientras grito "FUTBOL" como un demente!
Kat los detiene con todo su temperamento—¡CALMENSEN!
—Sofi, ayúdame a cerrar esto. —La chica le pasa el micrófono a su amiga, y ella trata de moderar el ambiente con su aura amistosa.
—Chicos, deben tratarse con respeto porque son compañeros de esta escuela. Se ven todos los días, comen juntos, estudian juntos, cagan en el mismo inodoro, los castigan los mismos adultos, como si tuviesen el mismo papá y la misma mamá. ¡Son como hermanos y los hermanos deben amarse! —
Cris esconde la cara entre las manos, lo único que desea en ese momento es que todos estén lo bastante intoxicados para olvidar toda esta vergüenza al día siguiente.
—¡Dejen atrás todas sus diferencias y dense mucho AMOOOR! —
—¡Perdóname Máximo!
—¡Perdóname vos también, Culo de Mandril!
Ambos se abrazan y rompen a llorar. La multitud se emociona con ellos.
Cris incapaz de soportarlo, se levanta la remera a la cara para evitar seguir siendo espectador de tanta vergüenza ajena.
En cuanto Máximo deja de abrazar a "Culo de Mandril", este último palpa con desesperación cada parte de su abrigo y cada bolsillo de sus pantalones.
—¿Se te perdió algo? —Le pregunta Kat.
—Puse una bomba en el sótano de la escuela y no encuentro el interruptor.
En medio de toda la euforia colectiva un chico siente que está pisando algo, levanta su pie y descubre un celular clásico.
—Mira a un boludo se le cayó un celular. Ahora es mío. —Le dice a su compañero.
—Vamos a llamar a tu vieja para que baile en bolas sobre el escenario.
—¡A tu hermana voy a llamar!
Dejándose llevar por un reflejo inconsciente aprieta el botón de encendido del celular.
En un abrir y cerrar de ojos, trozos de cerámicos y cristal se esparcen por el cielo y las personas salen despedidas por los aires.
ESTÁS LEYENDO
Corazoncitos de chocolate
Fiksi RemajaMacky está harta de sufrir los engaños de su promiscuo novio, Nacho, pero es demasiado orgullosa para aceptar que no la ama y demasiado obsesiva para dejarlo. Por esta razón, decide buscar a Cupido para hacerle un hechizo de amor a Nacho. En esta de...