Alucard Tepes x Fem Lector One-Shots

Ese estúpido libro

Tenía guardado esto y olvidé publicarlo, así que decidí sacarlo ya antes de que se me vuelva a olvidar.

Título: Ese estúpido libro.

Resumen: La bóveda Belmont era el guardián de todos los secretos y misterios de lo sobrenatural, objetos mágicos, libros de seres mitológicos, podría competir con la biblioteca del castillo de Drácula.

Pero...

¿Por qué rayos los Belmonts tendrían un libro sobre cómo agrandar el miembro reproductor masculino?

Ese estúpido libro.

Los días después de que habían dado fin a Drácula y su pesadilla, su grupo de amigos y compañeros de batalla se había dado las despedidas, asegurando un pronto reencuentro.

Pudiste haber subido a la carreta con Trevor y Sypha, pero dejar solo a Alucard y sabiendo que había quedado sin familia y ahora sus nuevos amigos llendose... no querías dejarlo solo, no querías que se hundiera solo y en una completa tristeza. Conocías la soledad, después de vagar tanto tiempo sin nadie, hasta que por azares del destino, o de una profesia tonta, habías unido tu vida y fuerzas para salvar a la humanidad.

Fue una historia de locos, pero al final salieron victoriosos.

Comenzaron a convivir juntos y para tratar de olvidarse de todo lo sucedido, habían iniciado algunas actividades, una de ellas era ir a la bóveda Belmont y hacer conteo de los libros que se podrían recuperar y cuáles habían desaparecido, tras la batalla dada en ese lugar. Había sido idea tuya pero a Alucard no le agradaba estar ahí.

Era un lugar donde guardaban como colección y trofeos a los de su especie.  Había mencionado una vez.

Pero solo por estar contigo, había decidido acompañarte.

"¿Por dónde deberíamos comenzar?" Murmuras, tus ojos mirando por los alrededores, la evidencia de las peleas que suscitaron ahí, parecían que seguirían en ese lugar por mucho tiempo a menos que quisieran ocultarlas, haciendo algunas reparaciones.

"... Cualquier lugar donde no vea las atrocidades de los Belmonts contra mi pueblo, me parece perfecto." Respondió Alucard, sus palabras llenas de desagrado.

Los libros esparcidos, algunas hojas y objetos rotos adornaban el salón.

"Entonces creo que hay que barrer primero." 

"Iré por lo que necesitamos, este lugar me recuerda al borracho de Belmont." Murmuró.

Con un "espero que su trasero borracho no se esté metiendo en problemas."

Reíste al escuchar sus palabras, sabías que a pesar de que no se soportaban, se preocupaba por Trevor, una vez estando sola y mientras esperabas a su regreso, comenzó a reunir algunos libros, los títulos escritos en letras doradas. Los títulos que más llamaban la atención eran sobre magia, bestiarios, armas para combatir vampiros, quizás después de terminar con este trabajo podrías llevar algunos tomos al castillo, especialmente los de magia.

La primera vez que habías estado ahí, había llamado tu atención, Sypha había quedado extasiada cuando la vio y comprendías muy bien a la mujer, tantos años, trabajo duro y dedicación habían terminado en la creación de esa bóveda.

Seguiste reuniendo más libros, hasta que tus manos tomaron uno sin título, forrado en rojo, a leguas se notaba el desgaste.

La curiosidad en ti excigía ser saciada, con dedos curiosos y decididos abrió el libro, la primera hoja con un título peculiar fue lo primero que se vio.

"¿Guía y secretos de los Belmonts?"  Leyó, el pensamiento de que probablemente se tratara de secretos mágicos y como enfrentar al enemigo, hizo que comenzaras a hojear más.

"Debe ser una broma." Un susurro nervioso y la revelación de que no se trataba de secretos mágicos y de batallas, cayó sobre ti como un balde de agua.

Las imágenes de órganos reproductores masculinos, muy bien dibujados y extraños remedios para agrandar el pene, asegurando también una fertilización al cien por ciento, parecía escrito detalladamente y con una desesperación.

"Vaya... Parece que la lectura está interesante." Una voz atrás de ti, acompañada de una carcajada, provocó que soltaras el libro como si quemara.

" ¡No es así!" Respondió, tratando de que la vergüenza se fuera de ti.

"¿No? Llegué y no escuchaste que ya estaba aquí." Las escobas y algunos baldes puestos en el suelo, confirmaban sus palabras. Volvió a juntar el libro que tanto te había entretenido. "Interesante..."  Soltó.

"Eso es una tontería, ¿Quién creería que siguiendo lo que se dice ahí, tendrá un pene monstruoso?"

" No lo sé, pero esto asegura que la familia de Trevor estaban desesperados por tener..." Movió sus caderas hacía adelante. " ... Algo que ni en sus sueños podrían." El orgullo en él era evidente.

Verlo hacer aquél movimiento hizo que te sorprendieras.

"Tú... Tú pareces estar seguro de tu hombría, ¿Qué tal si no es cierto?" Las palabras salieron por si solas.

"Oh, ¿Estás segura?" Se acercó hacia tí, divertido y con un poco de pervercion.

"A- Alucard." Voz nerviosa y mirando sus intenciones, no pudo evitar sentirse atrapada como un conejito.

"¿No te gustaría dar un vistazo?"