Luego de haber desayunado, nos fuimos a la habitación de él. Pocas veces eran las que yo si quiera me asomaba ahí, es un cuarto bastante amplio y a la vez extraño.
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Era literalmente inmenso, tenía una vibra bastante rara, oscura, intrigante, no me gustaba del todo pero a pesar de tener una vibra tan inquietante es a la vez silenciosa y calmada.
Entre y las sábanas estaban desorganizadas, fui y me senté en la esquina de la cama mirándolo a él.
Ambos seguíamos en pijama, el tenía unos sweatpants negros con una camisa Armani negra también, estaba en medias blancas limpiando toda la casa con ellas.
Yo tenía una camisa corta de tirantes grises, la camisa me llegaba justo debajo de los senos más arriba del ombligo, unos shorts acuerpados de licra azul obscuro.
Vinnie le puso botón a la puerta, me extrañó mucho y como señal de inquietud empecé a jugar con mis uñas
—¿Qué tienes para hablar?— mencioné mirando hacia abajo mientras lo veía a él venir
—Primero, mírame. Segundo, deja tus manos.— Se acercó bastante sarcástico
—¿Ya puedes parar de decir tantas tonterías y hablar?— me levanté de la cama con la poca paciencia que mi padre me heredó.
—Cálmate, a ver, ¿cómo empiezo?—Me empujó hacia la cama.
Quedé yo otra vez sentada de golpe con su presencia bastante alta enfrente de mi, se que sus intenciones son intimidarme.
—Por el inicio.— jugué
—Muy chistosa.— me miró mal. —Quiero saber por qué pretendiste por dos meses ser un fantasma en esta casa para no dirigirme ni una sola vez la palabra, que fue lo que hice para que empezaras a tomar esa acción conmigo.
—No me hacías bien, no me haces bien— dije sin parar con el corazón acelerado, viendo como su expresión cambiaba a una más receptiva pero también dolida —Me querías enredar pero al otro día solo era un favor que le hacías a mi papá, no encontré justo ese trato de juguete y me alejé.
—Nunca te vi como juguete, ¿en que estabas pensando?. Perdóname en serio, te he pedido mil veces perdón por eso, lo dije sin pensar, no eras un favor ni un juguete como dices, las cosas no son así. Solo quise estar al margen por tu padre, traté de alejarte pero yo solo era el que me acercaba a ti, tienes razón al decir que yo era el que te pedía que tuvieras límites pero yo los rompía voluntariamente porque no puedo estar cerca de ti y no querer cumplir todo lo que deseo de ti.
Quede boquiabierta. Realmente me está diciendo la verdad, el y yo hemos cambiado pero nuestros sentimientos jamás.
—Te vi prácticamente después de muchos años y no puedo evitar no sentirme agitado a tu lado. Cada que te veo no puedo evitar no querer morderte ese labio.— Dijo estando de pie entre mis piernas que justamente mientras hablaba entro entre mis mulos.
