No puedo creer que estuviera enamorada de ese capullo, payaso, engreído y sádico Joker. Cómo no pude ver que solo me utilizaba, aún habiendo hecho todo el trabajo sucio, estar encerrada en la cárcel y salvar el mundo nunca, nunca, pero nunca me ha dicho gracias o me ha reconocido lo que hice, y ya estoy harta.
A partir de ahora, solo trabajaré para mi y nadie más. Junto con Cass y el pequeño Bruce decidí marcharme de Gotham, era mejor empezar en otro lugar donde no me conocieran tanto y poder empezar mi propio imperio, o volver a ser psicóloga, aunque no creo que pueda escuchar a gente hablar de sus problemas sin asesinarlos.
Cass sugirió que nos mudáramos a Maine, que tenía había escuchado hablar sobre las carreras ilegales y como el crimen no era en cantidad pero había sus cosillas, así que aquí estamos, son aproximadamente las dos de la noche y habíamos visto como un coche se estrelló contra un cartel de la ciudad, como algunos competían dando un show en motos y ahora iba a comenzar la carrera de verdad, pero al parecer les faltaba una persona.
Antes de que me ofreciera a competir, un coche verde y luces moradas se acerca a toda velocidad y tuvimos que movernos rápido sino queríamos ser atropellados, del coche salió la mujer más bella del mundo. Pelirroja, unas curvas en las que me encantaría perderme todo el día, sus ojos de un marrón intenso y una sonrisa cautivadora, iba vestida con unos pantalones verdes cargo donde le colgaban cadenas, una camiseta negra de manga larga y cuello alto con algunos collares finos decorando su cuello, por último unas botas militares negras y sus manos eran decoradas con una especie de set de anillos de rosas y espinas.
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Al parecer era muy conocida porque no puso un pie fuera del coche y estaba rodeada de gente, y si te fijabas bien la cara de los contrincantes se volvió una de decepción y fastidio.
Al final de aquella carrera, la primera en cruzar la meta era aquella desconocida quien salió con una sonrisa triunfante. No había notado como Cass salió disparada hacía ella, y la envolvió en un abrazo que fue devuelto de inmediato por la pelirroja; no tuve otra que ir acercándome, aprovechando que la gente se dispersaba a ver otras carreras.
Pude escuchar lo último que le dijo aquella chica a la adolescente "Como es que estas aquí y no con tu madre en New Jersey" la pelirroja debió de notar mi presencia, porque levantó lentamente la mirada de Cass y la paso por todo mi cuerpo hasta llegar a mis ojos y solo se quedo tiesa, sin hacer nada "Cos, oye Costia" está la miró con un sonrojo que me pareció lo más mono del mundo "Ella es mi amiga Harley..." no le permití terminar "Harleen Quinzel pero todos me llaman Harley Quinn un placer conocerte" le regalé mi mejor sonrisa y saque mi mano para que la estrechara, cosa que hizo con un gesto gracioso "Ya sé quién es usted señorita Quinn, es una deidad por aquí, me alegra saber que el Joker no la tiene en su poder" la miré sorprendida, pero luego sonreí "Si tan deidad soy, no te importará que nos quedemos contigo verdad" ella asintió con una sonrisa juguetona "Claro, hay sitio para los amigos de Cass, siempre y cuando me den algo a cambio" en aquel momento no sabía a qué se refería, pero con la mirada felina que tenía sería algo interesante.
