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Christopher Bang era un profesional en su trabajo, o eso creía él hasta que un niño de veinte años lo obligó a dejar caer todas y cada una de las barreras que siempre había construido alrededor de la relación de trabajo que tenía con sus nadadores. Minho se deshizo de hasta de la más mínima de sus fieles creencias. Lo hizo a través de un par de ojos brillantes encantadores, una mirada necesitada de respuestas y muchas dudas que Chan podía entender tan solo echando la vista atrás a sus años de nadador profesional. Sin embargo, Lee también suponía algo realmente desconocido que lo estaba empujando hacia el miedo de la irracionalidad, todavía no podía negarle ni una sola de sus peticiones aún sabiendo que debía hacerlo. Y aquello derrumbaba constantemente su fuerza mental atrapandolo en una red de cavilaciones que nunca parecían avanzar hacia el lugar correcto.
El pensamiento de culpabilidad lo persiguió durante la noche, las sabanas normalmente acogedoras parecían ahora una trampa enrevesada, una cadena que se envolvía en sus extremidades impidiéndole descansar. No había logrado cerrar sus ojos ni un solo minuto mientras se preguntaba si quizás las palabras de su amigo podrían tener sentido en su situación o no, quizás estaba dramatizando al respecto o tal vez tenía motivos de peso para sentirse preocupado.
Hyunjin se lo había dicho, la diferencia entre la atracción y el que alguien te guste puede ser mucho más pequeña de lo que la mayoría piensa.
- Odio los aviones.
La voz de Minho sonaba lejana mientras el entrenador Bang se dejaba caer sobre uno de los asientos de primera clase que el staff de Lee se había encargado de reservar. Podría estirarse sin problema todas las veces que quisiera en el amplio sitio del que disponía.
Por supuesto había estado en primera clase antes pero nunca alrededor de algo como lo que sus ojos observaban. El equipo de Minho estaba poniendo todas las esperanzas en que este se convirtiera en la nueva promesa de Corea, quizás por eso sus patrocinadores seguían consintiendolo con todo tipo de regalos a pesar de su fama de atleta caprichoso, lo cual sin duda añadía nueva presión a su trabajo.- ¿Bang te encuentras bien?
Chan esquivó la mano de Minho tan pronto como lo presintió acercarse, por norma general nada terminaba bien cuando ese chico ponía su toque sobre él. Se sentía como un adolescente en plena etapa hormonal, así que lo mejor que podría hacer era crear una nueva barrera que marcase los limites. Incluso si sabía que esta sería derribada en algún instante.
- No es nada Lee, solo estoy un poco cansado. No he dormido precisamente bien - la preocupación en los ojos del muchacho casi lo hizo derretirse - Dormiré tan pronto como el avión despegue, no tienes que preocuparte.
Minho asintió, no estaba ciego, podía ver la forma en la que su entrenador se continuaba apartando después de lo que había ocurrido la noche anterior. Con un suspiro de agobio Lee se colocó el cinturón y escuchó los consejos de los azafatos fingiendo interés, sus ojos en cierta manera todavía se encontraban sobre Chan cuando este dejó escapar un sonido de crispación.
- ¿Cómo puedo seguir con insomnio después de toda una noche sin dormir? - el hombre parecía frustrado consigo mismo mientras acomodaba la almohada que les habían proporcionado, o algo similar a eso pues sus dedos parecían estar estrangulando la tela sin ningún tipo de piedad.
- Puedes hablarlo conmigo si lo necesitas, ¿es por lo que paso ayer? - Minho puso su total atención sobre el entrenador dejando a un lado las explicaciones que ya conocía de memoria después de tomar aviones para asistir a competiciones durante gran parte de su vida.
- No importa Lee, es mi propio problema. Yo mismo debería encontrar una solución para toda esta encrucijada de pensamientos que estoy teniendo. No tiene nada que ver con lo que pasó ayer sino con mis propias decisiones.
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I Hate U Mr.Handsome || ADAPTACION || MinChan
FanfictionLee Minho era uno de los mejores deportistas de Corea del Sur, las estanterías de su casa estaban repletas de trofeos y medallas que confirmaban su potencia a la hora de competir... Después de tantos éxitos su principal objetivo se había fijado en e...