Capitulo 18

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Todos los niños desde pequeños cuando aprenden a dibujar, empiezan a inspirarse por su entorno y lo que los hace sentir, a base de ello, comienzan a crear los sencillos dibujos que se da la oportunidad de hacer en la escuela, en su casa o incluso, en la pared.
Normalmente casi todos suelen dibujarse a sí mismos con su familia, su perro, también la casa y otros detalles significativos para ellos, pero, Sofía rara vez hacía un dibujo de su familia, ella ansiaba poder dibujarlos a todos, sin embargo solo tenía a Vausha, Elsie y Elías, a veces hacía dibujos de ella con su tío o solo ella sola, pocas veces agregaba a ellos a su “madre”, porque le temía un poco, algunas veces se dibujaba con Elías o juguetes favoritos de los pocos que tenía, eso fue al menos en su niñez, mientras fué creciendo, su interés por muchas cosas habían desaparecido y las cosas ya le daban igual.

Una tarde como cualquier otra, Sofía se acercó a Elsie con un dibujo en la mano y se lo entregó, sosteniendo a la vez una sonrisa tan real y preciosa.

—Está muy bonito, Sofía… —asintió Elsie seria.


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Los años habían pasado y Sofía había cumplido 13 años, tenía una mente muy “clara” de su vida, a pesar de que Elsie no le había dicho a qué se dedicaba, Sofía lo había descubierto y lo tenía claro.

Su única compañía en esos momentos de la adolescencia rebelde, eran Elías y Vausha.
Ella contaba los días esperando a que fuera su cumpleaños, porque le habían prometido un gran regalo, después de varios años dónde Elsie había pasado algo desapercibido su cumpleaños.

En su niñez, Sofía había sido una niña muy entusiasta y alegre, pero conforme fué creciendo su actitud cada vez más cambiaba.

Ella había entrado a la escuela y en lugar de sentir emoción por la secundaria, le daba igual o solo mucha pereza, mientras estaba sentada pensaba cualquier cosa, hasta que a su cabeza vino el pensamiento de una familia. Comenzó a preguntarse mucho más sobre sus padres o familiares, siempre tuvo esas dudas, pero cuando preguntaba de pequeña, le regañaba Elsie o Vausha respondía con comentarios que dejaban mucho que desear y ella estaba decidida a buscar más sobre su familia, era extraño y mucho.

Cuando salió de la escuela, Elías caminaba tras ella y la miraba confundido al ver que Sofía solamente caminaba mirando hacia cualquier lado pensativa y seria.

—¿Pasó algo?, ¿En qué piensas tanto? —preguntó Elías al mismo tiempo que se puso a la par de Sofía, quién no contestó nada, ni siquiera parecía que hubiese escuchado.

—No, no pasó nada —contestó distante.

Sofía entró rápidamente a casa y se separó de Elías, dentro estaban Elsie y Vausha discutiendo y ambos parecían muy molestos, solo hasta que Sofía se acercó y los observó con seriedad, Elsie volteó la mirada y Vausha sonrió falsamente para saludarla.

—Escúchenme los dos, estoy cansada de escuchar respuestas tan patéticas a mis preguntas, quiero que sean francos conmigo… Llevo tantos años preguntándome quiénes erán mis padres, o si tengo una familia, y a pesar de que les pregunte me responden como si fuera un tema cualquiera y… ¡No lo es!, significa mucho para mí esto y quisiera que justo ahora me expliquen… —cruzó los brazos, molesta.

Elsie miró con desprecio a Sofía y después volteó a ver a Vausha molesta. Vausha dió un suspiro y se acercó a Sofía con una leve sonrisa.

—Sofía, este tema no es fácil, ¿Sabes? Ya sé que estás enojada, pero ahora te explicaré. —contestó a Sofía poniéndo una mano en su hombro. —Ellos… —una vez más, Vausha perdió la mirada pensando rápidamente alguna historia falsa para contar. —Ellos ya no están en este mundo desde que eras una bebé.
Sofía parecía atónita tras el comentario de Vausha, mientras que Elsie continuaba mirando con desinterés y brazos cruzados.

—¿Cómo? ¡Explícame, por favor! —exclamó Sofía al mismo tiempo que sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

Ver así de triste a Sofía tras una estúpida mentira, hacía sentir mal a Vausha por dentro, trataba de abstenerse de seguir diciendo cosas que a Sofía le dolieran, pero necesitaba quitársela de encima con ese tema, ese era al menos su pensamiento, a pesar de la carga de conciencia, decidió continuar con su mentira. Levemente miró a Elsie esperando alguna respuesta o ayuda en el incómodo momento, pero, Elsie solo le miraba con desinterés, esperando a que terminara de contar su mentira.

—¡Explícame, tío! —nuevamente vociferó Sofía, llorando cada vez más.

Hubo un silencio.

—Mira, Sofía… Ellos murieron cuando tú eras una bebé, unas personas bastante malas les hicieron daño y ellos no están más, pero, ellos te amaban mucho. —Vausha sonrió intentando mejorar la situación.
Sofía le miró con lágrimas en sus ojos y lo abrazó, ella había creído eso.
Elsie volteó los ojos y salió de la habitación.

—Gracias por explicarme, tío, yo necesitaba saber qué les había pasado a mis papás…

—No es nada, pequeña, hay que mejorar el momento yendo a cenar algo muy rico, ven, hay que ir por un helado.

—Pero tío, es de noche, mi mamá se va a molestar…

—Ella no tiene porqué saberlo, tranquila, ven, vamos, hay que ir tan también por Elías.

Sofía sonrió y tomó la mano de su tío para salir de casa.

Ya habían caminado un par de manzanas los tres, Vausha, Sofía y Elías, hasta que llegaron a una tienda de helados, estando dentro, Sofía y Elías se sentaron en una mesa del enorme lugar para esperar su helado, mientras Vausha estaba esperando en la fila para pedir, volteó hacia otro lado, su mirada iba perdida hasta que se pronto vio a Azael entrar con Zack, Vausha volteó a todos lados desesperado buscando la mesa donde Sofía se había ido a sentar con Elías y los había perdido de vista, cosa que aún le preocupó más, después vió a Azael pararse junto a Zack detrás de él, Azael lo había reconocido, pero Vausha evitaba voltear para no pasar un mal rato. Mientras que desesperado, seguía buscando a Sofía y Elías mirando a todas partes.

—¡Tío Vausha! —gritó Zack con mucha felicidad abrazando la pierna de Vausha. —¡Hola tío, te ví desde que entré!

—Hola, Zack. —contestó muy distante.

Finalmente, Vausha terminó de comprar y caminó buscando a Sofía y a Elías bastante asustado, después, miró a sus espaldas y vio a Azael y Zack irse del lugar con el helado en la mano y dió un suspiro de tranquilidad, se acercó a algunas mesas y debajo de una mesa vió a Sofía y Elías riendo mucho.

—Los he encontrado a ambos. —dijo Vausha.

Sofía y Elías salieron de debajo de la mesa mientras reían.

XIV AñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora