Capítulo 15

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Kimberly

Estaba tan jodidamente enfadada. No con Eliot. No después de la forma en la que evito mirarme cuando se fue, eso me hizo enfadarme conmigo misma, por ser tan malditamente insensible con él. Ahora no puedo creer que le dije todas esas cosas.

Estuve largo rato sentada en la entrada rebobinando cada una de las palabras que salio de mi boca y torturándome con ello. Cuando me di cuenta que llevaba bastante tiempo fuera y que estaba temblando de frió decidí entrar a la casa. Estaba oscura y vacía, mis padres y mis hermanos aun estaban fuera, para mi suerte.

Deje todo como estaba y fui directo a mi habitación. Me deje caer sobre la cama y me sumergí en mis pensamientos una vez mas.  Al principio me había ido con Jared porque creí estar enamorándome de Eliot pero después de la forma en que lo trate... No creo que eso fuera amor en absoluto aunque por la forma en que mi pecho se aprieta por la culpa, la pena y el dolor de haberlo herido... ¡Debería aceptarlo de una maldita vez! Él lo consiguió. Me tiene. Y lo arruine, lo arruine a lo grande. Esta vez estoy segura de que no volverá a hablarme nunca mas.

Nunca en la vida me había sentido tan mal por alguien y es que Eliot no se merecía ninguna de esas palabras. Él es amable y tierno y fue por mi a la ciudad aunque no tenia obligación de hacerlo. Y me hablo todas esas veces que le pedí que me dejara sola porque me quería. Porque él no quería dejar de insistir con lo que sentía. Y fue capaz de hacer locuras por mi. Hizo tanto por mi y yo, lo lance tan lejos que jamás seré capaz de alcanzarlo. Ni siquiera confesandole lo que siento por él.

¡Hice que me gritara! Maldita sea, nunca lo había oído levantar la voz y esta vez él me grito aunque en realidad lo que me dolió fue oír su voz quebrarse cuando suplico que me detuviera. Lo lastime de verdad. Mierda. Mis dientes se apretaron mientras las lagrimas comenzaban a escapar. El nudo en mi garganta era insoportable, no quería sentirme de esta forma pero por un lado, sabia que lo merecía.

Me merecía algo de dolor.

Me aferre fuertemente a mis frazadas y llore. Llore tan ruidosamente como nunca lo había hecho. Llore por todos esos momentos divertidos que tuvimos, por todas esas veces que me hizo enfadar y luego sonreír, cuando me defendió de su hermana, solloce al recordarnos bailando en la fiesta de cumpleaños de su madre y nuestro beso, ese perfecto momento especial. Y ahora ese y todos los demás momentos eran solo recuerdos que no se repetirían. Momentos incomparables.

Ahora que aceptaba que lo quería tenia dos opciones, una era dejarlo ir y hacer de cuenta que nunca nada había sucedido e ignorar todos esos sentimientos cálidos que me llenaban y dos, esforzarme mucho y tratar de recuperarlo. Si quería seguir esa opción iba a tener que esperar a que Eliot se calmara para comenzar a disculparme, tenia que darle tiempo. De todas formas aun no me sentía lista para tomar una decisión. 

Luego de tanto agitamiento físico y mental caí dormida. Desperté mas tarde, cuando mi familia ya había regresado pero no salí de mi habitación, con mucho esfuerzo me levante para ir al baño y ducharme. Ni siquiera baje a cenar, me hice la dormida y volví a dormirme hasta el otro día. Tampoco hice gran cosa ese día, me senté en el sofá envuelta en una manta (porque mi madre insistió en que tenia que salir de mi habitación) y mire como mis hermanos jugaban videojuegos; insistieron en que me les uniera pero les dedique un gesto de negación con la cabeza cada vez que lo pedían, finalmente se dieron por vencidos. No tenia ánimos para hacer nada y mi madre lo había notado, cada vez que pasaba por el cuarto se me quedaba mirando pero no decía nada.

Cuando mi padre se llevo a los gemelos para que se dieran un baño ya era de noche y mi madre se sentó junto a mi, mirándome fijamente, preocupada.

- Kim - hablo cautelosa. Claro, no tenia idea de lo que me pasaba y admito que a veces puedo ser una bomba del tiempo si se me habla en el momento equivocado. - Estas rara, ¿sucedió algo?

Negué con la cabeza. Todo ya había sucedido. Tiempo pasado. Esta era yo pensando mil maneras en que podía arreglar las cosas.

- ¿Aun quieres regresar a la ciudad? - Pregunto después.

La mire. Nos miramos por varios segundos hasta que dije que no. Ella contuvo el aliento sorprendida y reprimió una sonrisa.

- ¿Puedo saber a que se debe el cambio repentino? - Me palmeo la mano que se sujetaba fuertemente a la manta.

- No hay nada allí que quiera - dije guardándome los detalles.

- ¿Hay algo aquí que quieras?

No necesitaba pensarlo. Ahora, todo estaba aquí.

- Todo lo que necesito esta aquí.

- ¿Entonces, por que estas así?

Me acomode en mi lugar mientras hacia tiempo. Nunca fui honesta con mis padres respecto a como me siento pero esta vez necesitaba que alguien me ayudara a tomar una decisión.

- Lo arruine con Eliot - confesé finalmente.

Ella me dio una mirada tranquilizadora.

- Estoy segura que no es para tanto.

- Si lo es. Le dije cosas horribles, no se las merecía pero yo estaba tan enfadada. Y se puso tan mal.

La imagen de él corriendo hacia su coche con el cabello cubriéndole los ojos volvió a mi, junto con el sonido de su voz suplicante quebrándose. Punzada en el pecho.

- Entonces tienes que disculparte.

- No creo que sea tan sencillo.

Cynthia deslizo una mano por mi cabello cariñosamente.

- Eliot esta loco por ti, te perdonara, simplemente dale algo de tiempo.

Mi madre lo hacia sonar tan fácil pero yo aun lo veía bastante difícil. Ella se levanto para irse pero no antes de depositar un beso en mi frente.

- Gracias, mamá - le dije y ella me sonrió dulcemente.

No tenia idea de cuanto debía esperar para encontrarme con él y disculparme. Pensé en un millón de maneras diferentes con diferentes diálogos. Entonces se me ocurrió que podía ignorarme sin darme oportunidad de hablar. Estaba tan nerviosa.

Ese día cuando mi madre me pidió que la acompañara al pueblo tenia un enorme nudo en el estomago por la idea de encontrarlo, verlo odiarme seria duro pero tenia que enfrentarlo.

Lo que no esperaba enfrentar era el mensaje que recibí esa tarde. Era de Joy. Juraría que mi corazón se detuvo por un momento mientras observaba el teléfono en mis manos.

"Kim, Eliot tuvo un accidente. Estamos en el hospital..."

En el mensaje especificaba en que hospital se encontraban, junto con algunas palabras de Joy para que no me preocupara, él estaba estable, pero inconsciente.

- ¿Kim, estas bien? Estas pálida - comento mi madre preocupada.


[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora