Jonathan sonrió ante el beso y se llenó de tanta calidez por el gesto simple pero significativo. Sus ojos recorrieron tu figura mientras recogías tus cosas, él estaba listo para seguirte, como siempre lo había estado. Estabas tan deslumbrante y ahora incluso más dulce de lo normal. Tu calidez y tu amor fueron muy embriagadores.
Cuando salieron de la cafetería, salieron tomados de la mano. Tú con tu mochila en tus hombros y él con su portafolios en su mano libre. La atmosfera era dulce y preciosa, el estar contigo era maravilloso.
-¿Te imaginaste que esto iba a pasar hoy esta mañana que te despertaste? -le preguntaste curiosa, mientras caminaban-. Ya sabes, encontrarte con tu ex alumna y que empezaran a confesar sus sentimientos en na cafetería del centro para después ir a su casa...
Él te respondió al instante, con una dulce sonrisa en sus labios. -La verdad es que no, ni en mis mejores sueños imaginé que todo esto iba a pasar -miró tu mano entrelazada con la suya, admirando la forma en que tus dedos encajaban sin esfuerzo alguno en su palma. Ni pudo evitar sonreír ante la idea-. Dios, yo solo... -hizo una pausa, tomándose un momento para mirarte a los ojos-. Quiero preguntarte algo...
Le devolviste la sonrisa al instante. -Seguro, puedes preguntarme lo que quieras -aseguraste, llevando su mano hasta tu boca para besar sus nudillos con ternura.
-Cuando... -Jonathan estaba tan cerca de decirte rotundamente que te amaba, pero algo en la forma en que lo mirabas tan directamente a los ojos lo distraía mucho. Tus suaves labios en sus nudillos lo hicieron sentir muy abrumado, era la primera vez que alguien tenía ese gesto con él y después de unos segundos se silencio, finalmente continuó-. Cuando vayamos a tu casa, ¿te parece bien que pueda quedarme a pasar la noche a tu lado?
Sonreíste al escuchar su pregunta, dejando más besos en los nudillos de sus manos. -Pero que propuesta tan maravillosa. Pero claro que sí, me encantaría que te quedaras conmigo esta noche. Y que sea la primera de muchas noches juntos -le dijiste emocionada.
Ante tu comentario, él sintió que su rostro se calentaba, provocando otro sonrojo en sus mejillas. Le encantaba la forma tan dulce en que le mostrabas tu cariño. Eras absolutamente la indicada para él, lo estabas dejando sin aliento y ahora habías sugerido compartir más noches así. Era perfecto.
-Preciosa, espero que sepas que...quiero esto, solo esto, solo a ti... -te miró a los ojos, sonriendo suave y nerviosamente.
-Entonces no dejes decirlo -sonreírte, parándote de puntas para alcanzar a darle un beso en los labios, ya que estando de pie, Jonathan era unos 10 cm más alto que tú. Lo abrazaste por el cuello, dándole un largo y dulce beso en los labios,
Jonathan se derritió instantáneamente en tu beso. Apretó suavemente tu cuerpo contra él, dejando sus manos en tu cintura mientras lo abrazabas y cuando finalmente te alejaste, él no sabía si sonreír o empezar a jadear. -Dios, eso... necesito más de eso -murmuró, respirando lentamente por la nariz. Ni pudo evitarlo, tus besos eran maravillosos y quería más.
-Y tendrás más, todo lo que quieras. Te daré lo que siempre ha sido tuyo y empezaremos hablar seriamente sobre eso... -reíste en su boca, mordiendo suavemente su labio inferior de forma coqueta mientras todavía estabas abrazada a él.
Él sonrió, disfrutando de tu suave mordisco en sus labios. Tus manos acariciando sus hombros, sintiendo cada curva de su cuerpo, cada toque tuyo que le hacía sentir escalofrío. Tu naturaleza juguetona era una de tus mejores cualidades, siempre lo había sido y ahora, le estabas dando una muestra de eso.
-Bien, porque yo estaba pensando que, realmente quiero más besos tuyos..,
-¿Y solo besos es lo que quieres? -le preguntaste alzando una ceja, todavía abrazándolo por el cuello y él sosteniéndote por la cintura.
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Oscar Isaac's Paradise [EN CURSO]
FanfictionOscar Isaac's Paradise. Un pequeño rincón de historias inspiradas y dedicadas al fantástico y divino hombre que se adueñó de mi corazón, de mis suspiros y hasta de mis quincenas si él quisiera. Joder, este hombre vive en mi mente y pecho 24/7 y sin...