𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

1.6K 178 17
                                    

Un precioso tigre estaba descansando encima de una gran cantidad de pieles, dormía pacíficamente entre las mismas disfrutando su suavidad.

Pero había algo curioso en ese tigre. Su figura esbelta que solía portar por su naturaleza omega, había cambiado completamente en él… Su vientre estaba bastante abultado, dejando ver claramente que dentro suyo se encontraba una vida creciendo.

El celo que había pasado junto a Katsuki le había dejado un pequeño fruto dentro.

Habían pasado alrededor de 8 meses desde aquella noche, pronto sería el momento de traer a esa pequeña vida al mundo. Ambos padres estaban preparándose para ello. Si, ambos, eso incluía a Katsuki.

De hecho, fue el mismo alfa quien con orgullo le informó a su omega que estaba en cinta. Había notado el cambio de olor en el cuerpo de su compañero, confirmándole sin ningún problema que había logrado plantar su semilla en el cuerpo de Izuku. Su pecho se había hinchado de puro orgullo viendo que tenía descendencia que venia en camino, no pudo evitar que su lado alfa saliera totalmente a flote.

Su instinto de protección floreció viendo que tendría un hijo, él se encargaría de procurar que no le faltase nada a Izuku para que su descendencia naciera. Se encargaría de que su heredero no tuviera ningún tipo de carencia en su vida.

Por ello desde que se había enterado que su omega estaba en cinta, se había encargado de cambiar ciertas cosas.

—A partir de ahora, vas a vivir en mi cueva —sus ojos carmín buscaban dejarle claro al omega quien mandaba en la relación.

—No —Izuku no planeaba vivir en un lugar tan lúgubre, Katsuki estaba loco si pensaba que daría a luz en ese sitio.

—No te estoy preguntando —habló el alfa con mucha molestia viendo que su omega no estaba dispuesto a seguirle el paso.

—No me importa, yo no planeo estar en un sitio tan tétrico —Izuku se recostó encima de su cama de pieles viendo a Katsuki fijamente.

Le estaba dando un claro mensaje al alfa, potenciado mucho más por su instinto maternal: No voy a tener un bebé donde tú quieras, yo voy a decidir donde quiero hacerlo.

—No seas llorón, Deku. El que tú consideres aterradora mi cueva, no quiere decir que lo sea —una clara mueca de fastidio se hizo presente en la cara de Katsuki.

Izuku se recostó de lado, apoyando todo su peso en su costado izquierdo mientras que también colocaba su codo izquierdo en la pequeña cama improvisada. Apoyo una de sus mejillas en su mano viendo fijamente a Katsuki, al mismo tiempo que reposaba su mano derecha en su cadera. Le estaba dejando ver una postura claramente relajada, no tenía ganas de hacerle caso a Katsuki.

Inclusive dejó salir su larga cola de tigre, la cual se mecía suavemente detrás de él mientras que sus orejas de tigre salían en su cabeza. Estaba dando la imagen de un gato desinteresado viendo a su dueño sin importarle en lo absoluto su autoridad. Notó de inmediato el ceño fruncido de Katsuki viendo que las cosas no salían como él quería.

—Escúchame bien, no planeo tener a mi bebé en un lugar donde se puede clavar un hueso en el culo —la mirada felina de Izuku se hizo presente en su rostro desafiando a Katsuki—¿Entendiste bien o hace falta que lo repita?

La asombrada mirada de Katsuki hizo sonreír a Izuku, claramente el alfa no esperaba que el omega se le plantará frente a frente de esa manera. Pero Katsuki recobró la postura dejando salir también una sonrisa, no podía decir que le disgustará que su omega tuviera carácter.

—¿En qué momento te volviste tan insolente, mocoso? —suspiró resignado. No podría ganar esa discusión.

—Aprendí del mejor– Replicó Izuku dándose por satisfecho.

𝐀𝐑𝐑𝐈𝐄𝐒𝐆𝐀𝐃𝐀 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈Ó𝐍  [BKDK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora