CAPITULO 1

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Lidia Johnson

Y si aquí estoy yo un día más, mirandome atravez del espejo, mirando mi cara, mi cuerpo, cada detalle de mi y entre que mas miro, menos me gusta lo que veo.

- ¿que es belleza? - me pregunto como si estuviera hablando con alguien mas pero solo estoy yo y mi reflejo.

Toco mi cara y deslizo mi dedo por mi nariz, mis mejillas, por mi frente y con cada imperfección que miro y toco, mis ojos se comienzan a poner cristalinos. ¿Belleza?, belleza es lo que no hay en mi.

Dejo de mirarme en el espejo de tanto estar analizando mis imperfecciones, por fin me meto a la bañera, abro el frigo y el agua caliente recorre por mi cuerpo, y sin darme cuenta estoy llorando, mi pecho comienza a doler y respiro agitadamente, trato de llorar sin hacer tanto ruido. No quiero que me pregunten, ¿por qué lloras?, porque ni yo lo se, abrazo mis rodillas y dejo que el agua caiga mientras lloro.

Hay muchas cosas que podrian ser mas lamentables que poder explicar como te sientes. Una de las cosas que puedo envidiar de las personas es que todos teniendo problemas pueden enfrentarlos mientras yo me quedo estancada, me quedo hundida, que puedo sentir que todo el mundo esta en mi contra y no hacer nada para cambiar lo que me pasa, se que hay personas que han Pasado por cosas mucho mas difíciles y yo que nisiquiera se porque estoy asi de cansada, asi de debil, asi de vacía... ¿Tal vez es pasajero?.

- entonces, ¿por qué me siento asi desde hace mucho? - me pregunto en voz alta saliendo de la bañera mientras me coloco la ropa, límpio el espejo y me dispongo a intentar disimular que estuve llorando, sonrio y salgo del baño con la toalla en mi cabeza.

El móvil comienza a sonar y me doi cuenta que ya casi es la hora de irme al colegio, me quito la toalla de la cabeza y me peino rápidamente agarro mi mochila y salgo de camino hacia la escuela. Esto es lo de todos los días lo que siempre se repite, camino y cada que pasa una persona sonrio forzadamente.

Nunca eh sido alguien de muchos amigos el simple hecho de hablaran a mis espaldas me aterrorizaba, siempre eh sido yo y solo yo, iba tan metida en mis pensamientos que choque con un chico haciendo que mi móvil cayera al suelo, cuando levante la mirada mire a un chico alto, castaño y con lentes, nunca antes lo habia visto por aqui, me incline a levantar mi móvil pero el se me adelanto.

- perdón, si le paso algo a tu móvil te lo recompenzare. - dijo el chico extendiendo su mano para darme el celular.

- gracias no pasa nada - agarre mi móvil de sus manos y segui mi camino.

llegue a mi salon y me sente en una banca vacía, al poco rato dieron el tiembre y el profesor entro.

- buenos dias , hoy tenemos un alumno nuevo en nuestra clase. - dijo con una singular emoción.

El profesor hizo una seña y el nuevo alumno entro, alce la mirada y para mi sorpresa era el chico con el que habia chocado un momento antes.

- porfavor presentece. - dijo el profesor mirando al chico.

- buenos dias, mi nombre es James Smith, y vengo de Australia. - sonrio y solo obseravaba el asiento vacío que estaba alado de mi.

el chico o mejor dicho James comenzó a buscar un haciendo vacío y rezaba con que no se sentará alado de mi, mis suplicar fueron en vano porque se sento en el lugar vacío donde estaba sentada, el profesor comenzo con su clase y yo sin mucho interes abri mi libreta y comence a hacer garabatos, James me miraba extrañado pero no decia ninguna palabra, yo ignorando todo a mi alrededor seguia garabateando en mi libreta.

Sono el timbre y guardaba mis cosas en mi mochila, cuando el profesor hablo.

- señorita ludia podria llevar estos libros con la directora. - dijo con una sonrisa a lo cual yo solo asenti con la cabeza. me acerque con el profesor agarre los libros y estaba por salir del salon cuando James me hablo.

- oye, ludia no? - me miro y yo solo asenti. - queria pedirte perdon por lo de hace rato. - se miraba algo ansioso y se acomodaba los lentes.

- todo bien, no te preocupes James. sonrei y me fui dejando solo a James en el salon.

Llegue con la directora le entregue los libros y me fui a la biblioteca no es que fuera a leer si no que hay podia estar tranquila y sin ningún ruido alguno, podia pensar.
Agarre mi libreta de dibujo y comence a dibujar, miraba a las personas que estaban en la biblioteca, pero en especial a todas esas lindas y inteligentes chicas. Preguntándome cuando seria igual de lindas que ellas.

Cuando encontraria algo lindo en mi. Siempre compárandome con todos, siempre encontrando algo lindo en las personas, pero nunca encontrando algo lindo en mi. No soy capaz de imaginar a nadien enamorandose de mi, de cada parte mia. No cuando hay tantas cosas de mi que no me gustan, ¿cómo podria gustarle a alguien?, si nisiquiera yo misma me gusto.

Cerre mi libreta con frustracion y agarro mi cabello con fuerza, malditos pensamientos nunca me dejan en paz, siempre sobre pensando todo. Siempre soy yo contra mi mente todos los días, y eso me mata; odio que cada que me pongo a pensar mi mente me dice todo lo malo que hay en mi, todo en lo que no soy buena. No saben como duele que todo el esfuerzo que hago por hacer algo bien, valga en vano. Porque siento que no lo merezco.

Siento que alguien toca mi hombro sacandome de todos mis pensamientos, volteo hacia arriba y miro a ¿James?.

- ¿estas bien?, note que te estabas con la mirada perdida y te jalabas el cabello con frustracion. - dice mirándome desde arriba, en su cara se puede ver preocupación.

- si, si estoy bien. - digo algo nerviosa sin dejar de mirarlo, que embarazoso que me mirara haciendo eso.

- ¿me puedo sentar? - apunta hacia el asiento vacio que esta alado de mi.

-claro. - sonrió algo nerviosa.

- ¿sabes?, eh aprendido algunas cosas con el tiempo hay que enfrentar lo que te persigue no importa que tan hundida estes en un hoyo, siempre habra una salidas. - dice sin mirarme sacando unos libros de su mochila.

Lo miro extrañado y en silencio pensando en lo que me acababa de decir.

- puedo notar que no la estas pasando bien, se nota en tus ojos. - dice mirándome fijamente y sonreia de lado.

- ¿que sabes de pasarla mal?, no me conoces. - digo y cierro mi libreta.

- tal vez no te conozca, pero se lo que te digo. - dice serio recargando su cabeza en su mano. - siempre hay una luz al final de la oscuridad.

Sin decir mas me dispongo a recoger mis cosas y irme de hay. El que sabe como me siento, el que sabria que me pasa; si ni yo misma se lo que me pasa, como podria saberlo alguien que apenas conozco.

Del Vacío A La Luz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora