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¡Feliz cumpleaños al chico más perfecto de la faz de la tierra! ¡Ay, que la pases genial hoy, Nagi! No puedo creer que ya estés tan grandecito, como crecen estos jóvenes de hoy en día.
¡Hoy te veías tan lindo, hermoso, precioso, guapo, maravilloso, excelente, bonito, increíble, perfecto y único! Tantas cosas positivas de tí...
¿Te acuerdas que escribí sobre que hoy te daría el mejor regalo? Bueno...
Quería decirte que, en el momento en que te conocí, fue amor a primera vista, me sentía nerviosa a tu alrededor, más cuando te apoyabas en mi, solo porque tenías sueño, juraría que aquellas veces tenía mi cara roja y estaba temblando.
Eres un chico raro, demasiado raro. Al principio, siempre dormías, incluso comías a mitad de clase, pero sacabas buenas notas.
Sentía envidia, sí. Lo sentí. Pero, se fue desvaneciendo a los pocos días, tenía más curiosidad de como hacías aquello. ¡De cómo lograbas sacar notas siendo un dormilón!
Pero no te culpo, yo también dormiría las horas que Dios quiera, si tan solo no tuviera padres tan estrictos...
Cada vez que estaba cerca tuyo, sentía cosas en mi estómago, no sé si eran aquellas famosas mariposas, pero lo sentía. Mis mejillas casi siempre estaban rojas, incluso temblaba ligeramente.
Logré controlar aquello, pero no significa que controlarlo, no pueda evitar que mi corazón se acelere y comience a latir rápidamente.
Siempre busque una excusa para esta cerca de ti, como cuando dije una vez que iría al baño a mitad de clase y no volví.
En realidad, fui a verte en las escaleras, ya que aquella vez, te saltaste matemáticas, para irte a jugar tus videojuegos de siempre.
Aquel día me demasiado nerviosa y sonreía como boba, ¿sabes por qué? Porque estabas con tu cabeza en mi regazo, mientras yo acarciaba tu cabello blanco sedoso con mis manos.
Fue tan genial la sensación que no quería irme, pero sonó el timbre del recreo y tú tenías hambre, juraría que hice un puchero de decepción. Por supuesto, no lo viste.
Todas esas sensaciones, fueron tan maravillosas, que supe al instante que estaba enamorada de tí, estoy enamorada de Nagi Seishiro.
Aquel chico dormilón que siempre está en su celular y come pan de melón.
Estoy tan encantada de enamorarme de ti, Nagi. Estoy agradecida de que fueras tú y no alguien más, estoy agradecida con mis amigos, más Reo, por ayudarme y decirme cosas de ti, cosas que ni yo sabía, excepto tú cumpleaños y tú altura.
¿Sabes algo? Tienes el cabello que quiero en mis hijos. Te amo demasiado, Nagi. Jamás me cansaría de hacerlo. Jamás me cansaría de comenzar esto con cartas, esperando a tu cumpleaños para declararme. Sí, iba a declararme, iba a hacer lo que jamás pensé que haría, por pena y vergüenza, miedo de ser rechazada y arruinar nuestra amistad. De hecho, estoy por hacerlo. Estoy por declararme a tí, Nagi.
Nagi Seishiro, espero ser la novia perfecta para tí, espero no ser una molestia para tí. Te amo muchísimo, lindo chicho de ojos grisáceos.
¿Tus padres son panaderos? Porque hicieron tremendo bombón.
Nagi, si un día olvido lo perfecto que eres, ayúdame a recordarlo con la luz de tus ojos y el sabor de tus labios.
