𝑳𝒊𝒗𝒆 𝑾𝒊𝒓𝒆 ~ 𝑩𝒐𝒏 𝑺𝒄𝒐𝒕𝒕 𝒙 𝑴𝒂𝒍𝒄𝒐𝒍𝒎 𝒀𝒐𝒖𝒏𝒈.

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐.

Malcolm suspiró cansado, quitó las manos de sus caderas para cruzarse de brazos. Llevaba un buen rato intentando explicarle al nuevo chico que trabajaba con él cómo hacer un correcto mantenimiento de un motor pequeño. Ese beta parecía ser más tonto de lo que creyó; sin embargo, era el hijo del dueño de la ferretería de enfrente a la que compraba varios insumos y aquel tipo le había prometido bajar los precios para él si contrataba a su hijo. De cualquier forma, no podía decir que no, ese tipo había conseguido que le vendieran ese pequeño galpón bastante barato.

—Escucha, Dave, tómate un descanso, almuerza algo si quieres. —le dijo. El muchacho acató, rápidamente buscó su mochila para comer y fue a sentarse en el cordón de la vereda.

Young se quedó solo dentro del pequeño galpón. Quizás ese chico era un idiota, pero al menos tenía alguien que le hacia compañía y que haría que su tareas se dividieran.
Decidió que él también debía almorzar de una vez. Así que sacó la pequeña ensalada que había preparado temprano. Se recargó sobre la mesada para poder estar más cómodo.

Su tranquilidad se vio interrumpida cuando escuchó el ruido de ese transporte escolar siendo estacionado. Levantó la vista y dejó su tenedor encima del tupper, Bon se acercaba a él con lentitud. Se detuvo a saludar a Dave con un pequeño apretón de manos antes de volver a caminar hacia su dirección. Al ser ya el mediodía, pensaba que ese alfa no aparecería ya. Sin embargo en ese momento se dio cuenta lo tonto que fue pensar que Scott cortaría su racha de visitas diarias con la que llevaba ya cuatro meses.

—¿Cómo estás hoy, Mally? —se apoyó a su lado. Tomó sin permiso su mano derecha, le regaló un pequeño beso encima de su dorso. —Te quedaría bien un esmalte verde, combinarían con tus ojos.

El menor quitó su mano rápido, apretando los dientes un poco. —Pensé que ya no vendrías hoy.

—Pensaste mal. —se apoyó a su lado. —Quise hacerte compañía mientras almorzaba pero veo que ya hay alguien más aquí. Supongo que tienes muchos pretendientes, ¿Eh? —le dio un pequeño codazo a forma de broma.

—Sólo es mi nuevo empleado.

—Ah, ya veo. —se quedó en silencio por poco más de un minuto. En ese momento, el omega continuo comiendo. —Esperame aquí. —salió corriendo otra vez hacia el bus, regresó pocos segundos después con una mochila azul y volvió a acomodarse a un lado del más bajo. —Voy a comer contigo.

—Está bien.

—Hace mucho que no como uno de estos —le dio un gran mordisco a su sándwich de albóndigas. —Definitivamente los amo —le acercó su comida al rostro. —. ¿Quieres un poco?

—No, gracias —se alejó un poco. Esa carne olía demasiado fuerte.

—Vamos, sé lo mucho que los omegas aman la carne. —partió un pedazo de su comida para entregársela.

Malcolm se vio casi obligado a tomarlo. Lo que Bon decía era totalmente cierto, su cuerpo le exigía que recuperará todo el hierro que perdía durante los diferentes períodos por los que pasaba.
El de rulos no dijo nada, sólo soltó una risa nasal muy corta.

Cuando los dos terminaron, Scott saludó contento por haber pasado tiempo con ese omega.

—¿Ese es tu novio? —preguntó Dave mientras volvía a su trabajo. La verdad era que le daba mucho curiosidad saber quién era ese hombre.

—No, sólo es un idiota que cree que es mi destinado.

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—¡Mal, al fin volviste! Te tengo dos buenas noticias. —ni siquiera pudo terminar de cruzar la puerta, Angus ya estaba saltando frente a él de forma enérgica.