21 - Límite

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Una nueva semana empezaba. Un lunes en el que Jimin sentía que por fin todo sería diferente. No solo porque estaba despidiéndose de Jungkook con un beso antes de entrar a clases, a la vista de todos, sino porque como profesor muchas cosas iban a cambiar ese día con segundo D. Ahora sí que sí. 

— ¿Comemos juntos? — preguntó Jungkook antes de separarse para ir a su respectiva clase en el salón al lado del de Jimin. 

— Que no. Ya quedé con Tae y los demás — respondió éste.

— Okay. Me abandonas.

— ¿No te bastó con estar básicamente todo el fin de semana juntos? Casi que hasta te tuve que echar a patadas de mi departamento — bromeó el rubio. 

— No es cierto. Me fui por voluntad propia — se quejó Jungkook.

— Sí, convenientemente después de que te pidiera ayuda para limpiar — rió Jimin.

— No fue por eso, tenía trabajo que preparar para hoy.

— Sí, claro — Jimin lo tomó de la camiseta y dejó un último beso en su boca. — Pórtate bien — le dijo y se alejó.

— Como siempre — afirmó el mayor. — Oye, y si los mocosos se descontrolan y necesitas ayuda, solo ven a buscarme y los amenazaré con tirar sus celulares por el inodoro. Eso siempre funciona — rió luego.

— Gracias. Pero estaré bien — Jimin le sonrió con confianza y luego se dio la vuelta para entrar al aula. 

Apenas lo hizo, le sorprendió encontrar a algunos alumnos ya allí reunidos. Fue entonces que miró su reloj y se dio cuenta de que había llegado diez minutos retrasado y ni cuenta que se había dado. Desayunar con Jungkook y venir a la escuela juntos había tomado más tiempo del que había imaginado. 

— Uh, perdón por el retraso — se disculpó con los presentes a los que claramente no les importaba en lo más mínimo. 

Más bien estaban interesados en ir directo al grano con otra cosa.

— Profe, ¿ahora está saliendo con el de Matemáticas? — le preguntó Choi Yeonjun quien estaba sentado al frente en su lugar de siempre junto con Kang Taehyun. Todos los demás que ya estaban ahí prestaron curiosa atención a su respuesta. 

— Eso no es de tu incumbencia — le respondió Jimin apoyando sus cosas sobre el escritorio. 

— Claro que sí están saliendo. Si no ¿por qué se besarían delante de todo el mundo en la escuela? — cuestionó otra alumna por allí atrás.

— Uh, bueno, eso… — el incómodo profesor no supo cómo responder a eso. Quizás las demostraciones de afecto en la escuela no habían sido la mejor idea, pues los niños andaban ahora bien de chismosos sobre su vida amorosa. 

— Por favor — habló Choi Beomgyu esta vez — Todos sabemos que el profesor Jeon tiene mala fama — opinó. — Se acuesta con un montón de tipos diferentes. Mi mamá dice que es una zorra. 

— Era, ya no — aclaró de inmediato Jimin, molesto por el comentario. — Digo, no hables así de tu profesor.

El chico se encogió de hombros como si no le importara el regaño.

— ¿Entonces sí son novios? — insistió Yeonjun. Y el resto de los presentes volvieron a discutir el asunto entre ellos como si fuese un asunto de vida o muerte. Jimin ni siquiera podía opinar. 

— Sí que son novios — dijo entonces Jay entrando por la puerta junto con su amigo Sunghoon. — Así que mejor no se metan con él, o el profesor Jeon vendrá a arruinarnos la vida. Nuestro profe de Biología sí sabe lo que le conviene — le sonrió a éste. 

La teoría del amor - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora