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Hoy hacía calor. Miré hacia el edificio que tenía enfrente.

Preparatoria Grand Line

Recientemente me enteré de que Mihawk, que ganó varias medallas de oro en competiciones de kendo, enseñaba en esa escuela. Por eso la elegí. Llevando la voluntad de Kuina, me convertiré en el mejor. Y cumpliré la promesa que hicimos hace años. Lo primero que hice al entrar fue dirigirme a la oficina del director. Llamé a la puerta y abrí un poco. - ¿Se puede?

- Adelante.- el director era un hombre mayor, aunque no mucho.

Me senté enfrente del escritorio mientras miraba unos papeles. - Roronoa Zoro, alfa, diecisiete años, recibiste educación en casa y...practicas kendo.

- Así es...señor.

Puso los papeles en la mesa. - Bueno Zoro, yo soy Gol D. Roger, bienvenido a la Preparatoria Grand Line. Ten.

Me dio unos papeles. - Tu horario y la lista de clubs que tenemos aquí.

- No es necesario señor. Ya sé a qué club me quiero apuntar.

Me miró sorprendido. - Oh y además eres decidido. Creo que encajarás bien aquí. Tu clase es la 1-B.

Asentí y salí de la oficina. Cuando entre a mi aula, no tenía ganas de presentarme, pero tuve que hacerlo a regañadientes. Me senté en en la fila pegada a la ventana. Las clases se me hicieron bastante pesadas pero por fin llegó el descanso. Estaba caminando por los pasillos cuando me choqué con un chico de pelo negro. - ¡Uy! Lo siento, no me he dado cuenta, shishishi.

Qué risa más rara. - No importa. La culpa es mía, acabo de llegar a esta escuela.

- ¡Eres el nuevo! ¡Mucho gusto, soy Monkey D. Luffy!- me extendió la mano. La verdad es que este chico es bastante excéntrico, pero me cae bien. Acepté su mano sin dudar. - Roronoa Zoro, estoy en la 1-B.

- ¡Entonces estamos en la misma clase! ¡Qué bien! Creo que seremos muy buenos amigos.

No sé yo. En ese momento me llegó un aroma a mandarinas y vi a una chica de pelo naranja que se acercó y le dió a Luffy un coscorrón. - ¡Maldita sea Luffy, deja de correr hacia la gente, los asustas!

— Jooo, Namiii, eres malaaa…

De verdad creo que estos chicos son bastante raros. — Emm…sigo aquí…

— Oh, perdona, tú eres…Zoro, ¿no?

— Sí. Del club de kendo.

— Encantada. Perdona a Luffy, es algo…excéntrico…

Je, esta chica me cae bien. Aún así, no podía permitirme ninguna distracción. Estaban haciendo bastante jaleo.

[•••]

El entrenamiento de kendo de hoy fue algo ligero. Postura básica, calentamiento y estiramiento. Eran aproximadamente las cinco de la tarde cuando salí de la escuela. Puede que fuera por el cansancio, pero me pareció escuchar un golpe seco. Camine dirigiéndome hacia el origen del ruido. Vi a un chico rubio que caía al suelo. Me escondí detrás de un árbol. Me pareció ver a un chico con un peinado algo…estrambótico… — Y-ya basta…

La perfecta distracción (ZoSan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora